Finalmente porque todo plazo llega a su fin, el Partido Revolucionario Institucional designo a Mauricio Góngora Escalante como su abanderado para contender por la gubernatura de Quintana Roo.
Sin lugar a dudas, este fue el proceso de selección del candidato priista, si no mas complicado si el mas largo de la historia de esta entidad, lo que por si mismo genero una gran efervescencia, una lucha interna por la nominación, que algunos de los aspirantes afrontaron en buena lid y con dignidad, mientras que otros hay que decirlo no tanto.
Sin embargo una vez tomada la decisión, la cuenta empieza de cero, las aguas deberán volver a su cauce normal, en aras de una unidad estratégica mas que discursiva.
Atrás tendrán que quedar la competencia e incluso las disputas, los priistas deberán concebir que en adelante, que por su propio interés su objetivo común será ganar la elección y conservar el poder, de tal suerte que le corresponderá ahora a Mauricio Góngora como candidato, llevar a cabo la llamada “operación cicatriz”
Mauricio Góngora tiene a su favor un talante maduro y sereno, conciliador, una personalidad afable, ajena al enfrentamiento, que ahora además tiene que ser convocante, necesariamente deberá desplegar todas sus dotes negociadoras bajo un argumento diplomático y apaciguador.
Si bien es cierto que no se avizora un escenario de ruptura, también lo es que los grupos que apoyaban a los demás precandidatos, exigirán ser tomados en cuenta como es lógico.
La unidad interna no se puede sostener solamente en buenas intenciones, depende de una actitud dispuesta genuinamente, para convocar y sumar en torno a un proyecto que se entienda y sienta colectivo.
Ello depende fundamentalmente de compartir intereses por encima de las simpatías e incluso la popularidad, si para los priistas queda claro que el enemigo esta fuera y no en casa, en contrario las rivalidades podrán ser superadas.
No esta en tela de juicio la gran capacidad de la estructura priista, su legendaria y probada eficiencia electoral, que en Quintana Roo sostiene una supremacía realmente muy complicada de enfrentar.
Bajo esa consideración el único riesgo real para el priismo se relaciona pues, con su propia capacidad de privilegiar la unidad, mediante la participación de todas las expresiones y fuerzas que lo componen.
Visto así el primer gran reto de Mauricio Góngora será precisamente, consolidar un liderazgo fundamentado en la convocatoria, en la distribución de espacios de participación, y el reconocimiento de la importancia y valía de las mismas.
En Mauricio Góngora se reconoce la intención y la aptitud para ello, por lo que muy seguramente sus primeras acciones estarán orientadas a ese propósito, lo cual de suyo representaría un mensaje alentador en relación al que deberá ser también un estilo y forma de gobernar plural.
El PRI y su candidato Mauricio Góngora, empezaran la competencia electoral formal con muy buena ventaja en la medición de la intención del voto, su trabajo tendrá que orientarse en mantenerla y tratar de ampliarla, por ello es tan importante la multicitada unidad.
Manuel Andrade nuevo Delegado del PRI en Quintana Roo.
Trascendió que luego de la postulación de Mauricio Góngora Escalante como candidato del Revolucionario Institucional a la gubernatura de la entidad, el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido Manlio Fabio Beltrones, nombrara un nuevo Delegado en Quintana Roo.
La designación recaerá en el ex Gobernador de Tabasco Manuel Andrade Díaz, de quien hay que decir que además de los muy diversos lazos afectivos que le unen con varios miembros de la clase política local, es ya considerado un experto en esa posición.
Andrade Díaz ha sido Delegado del comité nacional priista en repetidas ocasiones en numerosas entidades, entre las que destacan entre otras la Ciudad de México, Yucatán, Campeche y Colima por ejemplo.
Se dice que precisamente gracias al amplio conocimiento que tiene de Quintana Roo y sus políticos, del repetido y exitoso ejercicio de esta clase de encomienda, la instrucción que recibió de Beltrones Rivera esta orientada como comentábamos en el análisis anterior, a privilegiar la unidad interna.
Independientemente del cuidado, vigilancia y operación del proceso electoral, la principal responsabilidad del ex Gobernador tabasqueño, se concentrara en esa asignatura, fomentar la unidad interna.
Manuel Andrade sustituirá en el cargo al siempre polémico y también ex Gobernador, en este caso de Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz, quien recientemente se vio inmiscuido públicamente en la operación por la designación del candidato priista en su entidad natal.
A diferencia de Ulises Ruiz, Manuel Andrade llegara a Quintana Roo sin agenda personal, ni temas de otras latitudes que le distraigan, a cumplir con su trabajo, en el que como ya mencionábamos se ha convertido en un especialista y eficiente operador.
Adicionalmente habrá que apuntar que como referíamos del candidato a la gubernatura Mauricio Góngora, Manuel Andrade independientemente de su experiencia y prestigio, es también un político que se caracteriza por su cordialidad en el trato y las formas.
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