Pablo tenía los ojos negros, la sonrisa franca, el pelo hermoso, un caballo, y mucha alegría en su pequeño cuerpo de nueve años. Era un ser bondadoso y noble. Le llamò Talavante a su caballo, y era muy feliz pasando tiempo con él.
Una noche un feo pato amarillo se lo robò…
Pablo se puso muy triste, pero se sobrepuso. Mamá le animò a rezar para que pronto se solucionara todo. Después organizò una fiesta. Invitaron a todos los amigos de Pablo, eran muchos. Y a María, su especial amiga!
El feo pato amarillo la indispuso contra Pablo con mentiras…
Pablo no comprendía nada, qué tristeza! Era muy bueno tocando el piano y ofreciò un concierto para todos los abuelitos del lugar. Y papá le regalò unas entradas para ir a una corrida a ver a Juli…
El horrendo pato amarillo rompiò el piano e hizo desaparecer la entrada…
Pablo, entonces, despertò! Todo estaba donde tenía que estar: en su sitio. Mamá le dijo que se trataba de una pesadilla. Provocada por la mala acciòn de un chico que se lo hacía pasar fatal en la escuela. Le animò a disfrutar el sábado jugando. Así lo hizo, con María, y los demás…
Dedicado a mi querido amigo Pablo
Dedicado a mi sobrino Hugo, que ama los caballos
Dedicado a mi amiga Isabel
Dedicado a mi niño Luis, a Lourdes, y a Carlos
Y a Talavante y Juli