Por Carlos Capetillo Campos / carlos_capetillo@hotmail.com
@capetillocampos / reflexionesdesdeelmayab
Durante los gobiernos federales panistas, se promovió y aprobó una ley que protegía a los funcionarios que por miles se incorporaron a la administración pública federal, cubriendo el único requisito de ser panista no importando su trayectoria, antecedentes e incompetencia que al paso del tiempo acreditó y por mucho, con cargo desde luego al pueblo de México. Ese fue el principal obstáculo que se salvó en la campaña presidencial del 2012.
Y este es el principal obstáculo durante estos cuatro años de gobierno del priismo, durante los cuales la oposición no tiene que hacer ninguna otra tarea que hablar al Secretario de Gobernación, de Hacienda o al propio Presidente, para detener cualquier movimiento en las estructuras de las Secretarías o de las delegaciones federales en los estados, amparándose en el “Pacto por México” y la colaboración que dieron para firmar dicho Pacto y lograr las Reformas estructurales que causaron asombro dentro del país y sobre todo en el exterior, por ser un logro que se pensó imposible de alcanzar. Inclusive un periodista americano en uno de los periódicos de ese país, escribió en su columna recientemente, señalando que el Presidente Peña Nieto fue muy valiente a luchar y lograr esas reformas que normalmente en ningún país refleja resultados de inmediato y eso es un riesgo que los Presidente no se atreven a correr, ya que como es natural afecta su popularidad y la fortaleza de su partido ante los electores.
Desde luego esta inmovilidad de las estructuras administrativas generó impunidad y en muchos casos resistencia a las disposiciones del gobierno federal.
Las elecciones intermedias acreditaron el error para el partido en el gobierno, de aceptar que bajo la bandera del Servicio Civil de Carrera, funcionarios militantes de los partidos de oposición sean inamovibles hagan lo que hagan. Y no nos vayan a hablar de eficiencia. Los resultados en los combates a la pobreza, al hambre, a la inseguridad que desde hace 16 años va para atrás a pesar de que año a año aumentan los presupuestos autorizados para estos temas.
Como decir que México es pobre, con los enormes recursos naturales y heredados, ríos, lagos, océanos, mares, bosques, selvas, gastronomía, artesanías, vestimenta, oro, plata, bronce, mercurio, petróleo, ruinas arqueológicas fauna , flora de ornato, productivas y medicinal, en fin lo que se quiera y se necesite México lo tiene.
Lo que no ha tenido son gobiernos eficientes, responsables son su patrón teórico que es el pueblo, honestos.
Simplemente hagan una operación aritmética y dividan el proyecto de presupuesto que es más de 3 billones de pesos entre los 120 millones de mexicanos, para que vean cuanto le tocaría a cada mexicano.
Y ya debemos dejar de quejarnos.
Pongámonos a trabajar. Ayudemos a nuestras autoridades que nosotros elegimos a cumplir con los propósitos de generar bienestar a la población.
Cada quien lo que le toca hágalo con gusto, con entusiasmo, perfecto.
Al país no le beneficia en nada que nos riamos de nuestras autoridades. La burla nos arranca una sonrisa cuando mucho y las cosas siguen igual
No dejemos la riqueza en manos de unos cuantos privilegiados, que por lo general el origen de sus fortunas está en el apoyo que han recibido en muchas veces indebido, del gobierno federal.
