Sabía que su mejor amigo recibiría excelentes y únicos regalos por su santo. Su abuelo, muy buen aficionado, le había comprado un capote!
También al pequeño le encantaban los toros… Sus padres le prepararían una fiesta divina… y uno de sus primos, que era guitarrista, había compuesto un tema en su honor!
Y qué iba a regalarle ella?
Carmen y Carlos eran amigos desde hacía algo más de once años. Desde que se habían visto por vez primera el primer día de colegio, cuando cada uno tenía tres años… ahora ya habían cumplido catorce. La suya era una amistad real y sòlida, sincera, gustaba ella del mar y él del campo…
Ella del chocolate y él de la vainilla…
Ella Talavante y él José Tomàs. Ella el Sevilla y él el Betis. Así con todo! En el colegio algunos se preguntaban si aquellos dos se gustaban, si estaban enamorados… Lo cierto era que no. Eran confidentes. Carmen sabía que a Carlos le atraía Paulina, y el chico estaba al corriente de que su amiga latía por Juan…
Al final ella optò por regalarle un perrito!
A él le fascinò! Y le llamò Morante!
Dedicado a cada Carlos hoy de santo
Dedicado principalmente a Carlos Carrasco padre, Carlos Carrasco hijo, y mi niño Carlos Corradini
Dedicado a Carlos Montaño, alma de mi temporada
Dedicado a mi mago y a José Tomás y Morante
Dedicado a María y Emiliano y a su “Morante”
Y dedicado a Luisito