Por Francisco Solís Peón
Cada vez que digo el título de este artículo como una posibilidad, remota sí pero posibilidad al fin, puedo sentir las miradas de escepticismo de mis compañeros galileos.
No les falta razón pero los números no mienten, de acuerdo con la última encuesta publicada por El Financiero Margarita amentó 7 puntos desde la última medición y alcanza 16% mientras que a partir de su renuncia al PAN Ricardo Anaya baja 6 puntos para colocarse en 19% quedando el escenario así: AMLO de puntero con 32% seguido por Osorio Chong y Mancera con 24%, el resto queda con los independientes, los indecisos son tema aparte.
Por si fuera poco el ejercicio señala que si Margarita fuese la candidata del PAN-PRD-MC tendría el 31% muy cerca del puntero AMLO con 32%.
Es matemática pura, menudo brete tiene el frente pero sobre todo Anaya. No había duda, en un escenario con un panismo unido la candidatura del frente a la presidencia se pintaba de Azul mientras la CDMX lo hacía de amarillo y MC se refugiaba en Jalisco, todos juntos ¡Todos felices!
La actitud de Anaya victimizó a Margarita y se caricaturó él mismo como un gandalla, algo que la opinión pública ya sospechaba. En una selección interna con algún matiz democrático tanto Zavala como Moreno Valle hubiesen aceptado el resultado, incluso si el aparato burocrático fuera lanzado a operar contra el militante de a pie, otra posibilidad era una o varias encuestas serias (no como la de MORENA en la capital), en ambos Anaya tenía altísimas probabilidades de triunfo hubiera salido totalmente legitimado y fortalecido.
Ahora la cosa cambia, en una negociación totalmente cupular el Frente se iría al tercer lugar, amén de que Zavala continua, según la misma encuesta, con una enorme ventaja entre los simpatizantes del PAN a pesar de su salida, un sólido 38% contra un 24% de Anaya y 19% de Moreno Valle; por lo tanto es de esperarse que de lograr su registro Margarita crecería desde los votos del PAN incluso mucho del tradicional “voto duro” dejándola tal vez en un saludable 15 o 20%, muy buenos para una candidatura independiente.
La única solución para el Frente Amplio Opositor (me choca llamarlo “ciudadano”, eso es una mentira) consiste en realizar, otra vez, una o varias encuestas donde participe todo aquel con registro en el INE, de conseguirlo podrían estar Zavala, Ferris De Con, Ríos Pitter, el “Bronco”, más quien se acumule, compitiendo en igualdad de circunstancias con las figuras partidistas como Aureoles, Mancera y el propio Anaya; solo así.
De las resistencias de algunos sectores de la izquierda perredista por los tintes “conservadores” de Margarita, me voy a permitir algunos párrafos del magistral ensayo que Jorge G. Castañeda publicó sobre la viabilidad del Frente en tres partes en El Financiero:
“En primer lugar, hace años que desaparecieron los partidos políticos dotados de una ‘ideología’, y en México nunca existieron. El PRI, por décadas el único partido mexicano, nació justamente para que en él –cual jarrito de Tlaquepaque– cupieran todas las corrientes emanadas de la Revolución, desde los ricos agricultores sonorenses, hasta los desposeídos campesinos zapatistas. Quizás los últimos partidos ideologizados fueron los comunistas, que con la excepción de rémoras trasnochadas como Cuba y Corea del Norte, han desaparecido. El PAN, el PRD y MC (y desde luego Morena y el PRI) no tiene ideología: asumen posiciones ante las grandes disyuntivas contemporáneas del país, unas sensatas y fundamentadas, otras absurdas o cínicas, pero no totalizantes, como son las ideologías.
En primer lugar, hace años que desaparecieron los partidos políticos dotados de una ‘ideología’, y en México nunca existieron. El PRI, por décadas el único partido mexicano, nació justamente para que en él
–cual jarrito de Tlaquepaque– cupieran todas las corrientes emanadas de la Revolución, desde los ricos agricultores sonorenses, hasta los desposeídos campesinos zapatistas. Quizás los últimos partidos ideologizados fueron los comunistas, que con la excepción de rémoras trasnochadas como Cuba y Corea del Norte, han desaparecido. El PAN, el PRD y MC (y desde luego Morena y el PRI) no tiene ideología: asumen posiciones ante las grandes disyuntivas contemporáneas del país, unas sensatas y fundamentadas, otras absurdas o cínicas, pero no totalizantes, como son las ideologías.
La pregunta es si sus posiciones son compatibles o negociables. Ya se han subrayado los temas importantes y a la vez sencillos: lucha contra la corrupción, Estado de derecho. Se conocen las convergencias ‘negativas’ –no a la guerra contra las drogas– sin que haya claramente una alternativa explícita común. El caso más difícil reside en las posturas extremas de cada sector: el rechazo de la izquierda a la reforma energética de Peña Nieto, y la animadversión del electorado panista –no tanto de sus dirigentes– a temas importantes para el PRD y las OSC: matrimonios igualitarios, aborto, legalización de la mariguana, muerte asistida. ¿Cómo conciliar posturas tan contrapuestas?
Con lo que se llama en la jerga militar o diplomática un freeze-freeze o standstill: todo permanece como está. No se revierte la reforma energética de Peña; no se echa para atrás el aborto en la CDMX, ni los matrimonios gay en la República; no se avanza en mariguana o muerte asistida, salvo en aquellos estados que así lo deseen, o por consenso de todos. Tengo razones para pensar que este enfoque es aceptable para todos los integrantes del Frente: partidos, grupos, personalidades. “
También creo que el Frente que a pesar de las ambiciones personales de algunos el Frente es viable y deseable en Yucatán pero de eso nos ocuparemos en la siguiente entrega.
(1) Último presidente del extinto Partido Socialdemócrata Mexicano (PSD).