Era tan lindo! Por fin veía la luz.. algunos de los niños que tenían hermanos pequeños decían que aquello había sido como un embarazo.. un tiempo largo y lleno de ilusión!
Era un cuento! La idea fue de don René..
Los miércoles por la tarde muchos chiquillos acudían a esa actividad, después del colegio… Era apasionante! Don René era un excelente maestro, y sobre el toreo lo sabía todo…
Jugaban con capotes y muletas. Apreciaban el arte de las banderillas. Leían cuentos y versos taurinos. Veían fotografías de toros… A todos les encantaba! Dibujaron vestidos de luces!
Y aquel último mes trabajaron en el cuento… El profesor les explicó la gran importancia de México en la historia de la tauromaquia.. Y ese fue el nacimiento del cuento…
Se llamó Viva México! Contaba lo que pasó una tarde en la que en el cielo se juntaron varios matadores para hacer llegar a una plaza de toros un olé celestial y una estrella…
Estaban allá en lo alto Carlos Arruza y el ciclón de sus lances; Manolo Martínez añorando España y su debut con Ordòñez y Camino; el etéreo David Silveti y la elegancia mística de sus faenas; Armillita Chico y sus naturales…
Todos y tantos…
El Tigre de Guanajuato..
Antonio Lomelín..
El cuento hay que leerlo, no se puede contar aquí, la lectura es fundamental! Y divertida!.. Pero su propósito sí se puede desvelar. Querían agradecer a México todo y tanto…
El toreo y México van de la mano, danzan en el mismo compás… y don René y los pequeños crearon aquel cuento como homenaje.. Y para que la gente conozca un poco el México torero!
Dedicado a mi amigo René, que me inspiró esta historia
A mi amado México. Todo aficionado tendría que conocer todo lo que México significa en la tauromaquia
A todos mis amigos mexicanos
A las familias de los toreros mencionados, en especial a mi querida familia Silveti
A José Tomás, por su amor a México
A mi Luis
A Juli, Manzanares y mi mago, que torean hoy
A la gente que ama leer
Y al toreo