La Revista

A prueba de todo las relaciones México y Estados Unidos

Marco Cortez Navarrete
Marco Cortez Navarrete
Sígueme en redes sociales:

Por Marco Antonio Cortez Navarrete

Dieciocho mil 836 millones de dólares es el balance comercial entre México y los Estados Unidos y gane quien gane en las próximas elecciones donde Kamala Harris y Donald Trump competirán por la presidencia de EEUU (5 de noviembre próximo) prevalecerá el poder de la economía, motor que mueve al mundo.

Después del estrepitoso desplome de Joe Biden, presidente y candidato demócrata, entró al quite la vicepresidenta Harris y lo hizo bien no tan solo al nivelar las preferencias electorales sino rebasar al duro candidato republicano que exhibió al mandatario Biden en debate.

Entre los principales temas de campaña de Trump destaca la migración —fenómeno que se registra también con intensidad— en países europeos. Donald, expresidente de la Unión Americana, retomó como uno de sus lemas de campaña la expulsión de migrantes del territorio estadounidense, claro, en caso de retornar a la Casa Blanca.

Pero ante fenómenos políticos y sociales —migración, violencia y diferencia de filosofías políticas— entre México y EEUU hay una simbiosis económica que se antoja supera cualquier problema entre los gobiernos, sea el de Kamala Harris ó Donald Trump con la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.

Aquí van los motivos. En junio pasado, las ventas internacionales de México a Estados Unidos fueron de 38 mil 940 millones de dólares mientras que las compras internacionales alcanzaron los 20 mil 104 millones de dólares.

Es de esta manera como EEUU es el primer proveedor de México con una participación de 49.9 por ciento y México, además, ocupa el tercer lugar en el comercio total de EEUU con el 12.9 por ciento y segundo como destino de sus exportaciones (con el 14%) y tercero como proveedor de bienes importados (con el 12.2%).

De esta manera los Estados Unidos son el socio comercial más importante de México y las empresas estadounidenses representan más de la mitad de la inversión extranjera de México; por otra parte unos seis millones de empleos en el territorio norteamericano dependen del comercio con México y cada minuto se comercia —escuche usted bien—: cerca de un millón de dólares.

En un sondeo publicado el 17 de este mes por el Instituto Angus Reid, Kamala Harris, candidata del Partido Demócrata supera a Trump por cuatro puntos, con un 49 por ciento de la intención de voto entre los encuestados
registrados para votar.

Con respecto al debate realizado en Filadelfia, más de la mitad (56 por ciento) de los que lo vieron o siguieron, le dieron a la actual vicepresidenta la ventaja, mientras que una cuarta parte (25 por ciento) cree que Trump ganó.

Quiero señalar asimismo que México es el segundo socio comercial de EEUU y el primer destino de las exportaciones de California, Arizona y Texas, y el segundo mercado para otros 20 estados.

Así que gane quien gane en las próximas elecciones de EEUU las relaciones económicas se antepondrán a cualquier tema de índole política, sea el que sea. Un comercio que genera un millón de dólares cada minuto es imposible desvincular, en otras palabras, EEUU necesita de México y México necesita de EEUU. Así de simple. Uno no se explica sin el otro.

Por lo pronto la Casa Blanca ya anunció de manera oficial que será la primera dama Jill Biden, esposa de Joe Biden, quien acuda a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum el uno de octubre próximo. Y para equilibrar, además de lo económico, lo político, Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, declaró también que no asistirá a la ceremonia presidencial de la primera mujer al frente de México, Claudia Sheinbaum.

Sin duda destaca la ausencia de la vicepresidenta Kamala Harris, no obstante, es obvio entender que en estos momentos los ojos y la mente de la demócrata están fijos en la sala oval, lugar donde se toman las decisiones más importantes y con efectos internacionales, es decir, que impactan en los países de todos los continentes.

Además debemos considerar que Donald Trump es un político que va con todo y en sus 4 años de su mandato lo demostró al sentarse a dialogar no tan solo con China, sino que también con Rusia, Corea del Norte y Arabia Saudita, demostrado, al menos en lo exterior, enorme capacidad de negociación.

Marco Cortez Navarrete
Marco Cortez Navarrete
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último