Por: Marco A. Cortez Navarrete.
“El ejército es pueblo uniformado”, así lo ha dicho en innumerables ocasiones el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuya iniciativa para incorporar a la Guardia Nacional a la SEDENA fue aprobada por las cámaras de senadores y diputados.
El titular del ejecutivo nacional quien antes de asumir el poder criticaba la presencia del ejército y Marina en las calles de las principales ciudades mexicanas con el fin de coadyuvar al combate del crimen organizado y por ende disminuir las cifras de homicidios, secuestros y extorsiones, dio marcha atrás cuando -dijo- “vi el regadero que me habían dejado”.
Ya en su cuarto año de gestión al frente del poder ejecutivo nacional el mandatario tabasqueño no tan solo dejó a la milicia y marinos en las calles, sino que les encargó la realización de varios proyectos de infraestructura considerados prioritarios para su gobierno, y de manera paralela dio paso a la creación de la llamada Guardia Nacional (GN), organismo encargado de fortalecer labores de prevención y de seguridad interior en todos los estados de la república.
De acuerdo con las cifras, la Secretaría de la Defensa Nacional tiene aproximadamente 321 mil elementos divididos de la siguiente manera: 165 mil en el ejército y fuerza aérea, además de unos 52 mil integrantes en la Secretaría de Marina y a estos se suman – en palabras del presidente- 100 mil elementos de la nueva y llamada GN.
En sus conferencias mañaneras López Obrador ha reiterado que el objetivo, al concluir su gestión, es que la GN cuente con 150 mil elementos que recibirán la capacitación adecuada por parte del personal de la SEDENA. Al respecto, el general secretario de la la SEDENA, Luis Crescencio Sandoval González ha dicho públicamente que la formación de los integrantes de la GN no es igual a la formación de los integrantes de las fuerzas armadas.
No obstante, aseguró que en los planes y programas de estudio y formación hay elementos que bien pueden aplicarse en la preparación de los miembros de la GN sin que esto implique tener, digamos, más soldados. El presidente, por su parte, ha justificado que la decisión de incorporar a la GN a la SEDENA es para asegurar que no se corrompa como ha sucedido con corporaciones policiacas en administraciones pasadas.
El presidente López Obrador niega de manera categórica que su intención sea militarizar al país tal y como sucede en otras latitudes donde hechos similares terminan con golpes de Estado encabezados precisamente por los militares quienes someten con el rigor de “la bota” a la población, sin distingos y sin posiciones. La milicia, como podemos ver cuál es su función citaremos como ejemplo lo que está sucediendo entre Rusia y Ucrania, hasta hace unos años ambos integrantes de la URSS, y donde, además de la dolorosa pérdida de uniformados por ambos lados la población se convierte literalmente en el jamón del sandwich, y evidente en la carne de cañón en esta y en cualquier otra conflagración bélica.
En síntesis, la cúpula del ejército mexicano y las fuerzas armadas y de la marina tienen ya el control de la GN, los legisladores así lo decidieron con sus votos y el presidente, incluso, agradeció este gesto según aseveró enfocado a la seguridad, la paz y la viabilidad democrática presente y futura de México. El general Sandoval González, por su parte, tiene hoy un rol, tal vez el más importante, en la historia del México contemporáneo.
