José Luis Aguirre Huerta* / ladenunciaqrr@gmail.com
Los Estados Unidos han sido patria de enormes poetas y novelistas, pasa por mi mente Edgar Allan Poe, nacido en Boston, el extraordinario poeta, artífice de ”el Cuervo, su embriaguez le impidió llegar por el galardón que le había otorgado el Presidente de los Estados Unidos y muere en Baltimore-1849, acompañado de un borracho de banqueta, antes de los cuarenta años, no sin llegar a ser de los mejores escritores de la novela policíaca a nivel universal, narraciones extraordinarias, La Caída de la Casa Usher.
Poe, se constituye en el alma gemela y amigo epistolar de Charles Bodelaire, de los mejores poetas considerados como malditos de la Francia del dandismo, las Flores del Mal, quien presa del ajenjo, construye versos.
Walt Withman, el mayor poeta humanista que canta al hombre americano, el más recalcitrante “Canto a mí mismo”… Yo me canto y me admiro a mí mismo…
Truman Capote, el escritor magnifico de otras voces, otros ámbitos, novela habitada por personajes inolvidables, como El Alma de Anie, obsesionada con la idea de la caridad y la beneficencia; y de las mellizas Idebel y Forabel; el visionario, alucinado Randolph; Jesús fiebre y pequeño luz de sol, dos viejos hechiceros negros; Joel, el niño en el umbral del adolescente, que vive desvelado por imágenes y entrevistas.
Todo un mundo misterioso y deslumbrante comparece ante nuestros ojos, en otras voces y otros ámbitos, creada por Capote, cuando tenía veintitrés años de edad.
Truman Capote, nacido en Nuevo Orleáns, Lousianna, en 1924, solo sobrevive sesenta años en este planeta y en su paso por el mundo obtiene un éxito deslumbrante con su novela “A Sangre Fría” en 1966. Una novela que relata el asesinato sin motivo aparente, de cuatro miembros de una familia de granjeros, en Graden City, Kansas, novela que fue llevada al cine en 1967 por Richard Brooks.
Hanna Haren, la filósofa alemana amante de Martín Hidenger, escribe sobre la banalidad del mal, no existe motivo para el asesinato ni para el crimen, “La Banalidad del Mal”. Nada justifica, llevar a la tumba a millones de judíos en el holocausto de Auswitch, ni a cuatro presbiterianos de Kansas City, narrados por el genio de Capote en “A Sangre Fría”, ni a 47 niños en Guerrero, arrastrados a tumbas clandestinas, en las tierras desérticas del Estado de Guerrero, (Ayotzinapan, Guerrero).
En fin, el autor de Un Árbol de Noche y otros cuentos, El Arpa de Hierba, Desayuno en Tiffanys, y de innumerables ensayos como música para camaleones y guiones musicales como Casa de las Flores, colaborador de la estenografía de La Burla del Diablo, muerto a los sesenta años de edad, confiesa al mundo “Soy adicto, soy homosexual, soy alcohólico, soy un genio”.
Pero el genio americano ahí no para, basta con tener noticias de Tennessee William, quien descubre a la condición humana en la dramaturgia de “Un Tranvía Llamado Deseo” llevada a la pantalla grande por Marlo Brando quien escenifica al violador de la cuñada, Williams (Thomas Lanier) Tennessee, nacido en Columbus Mississipi, (1911-1983) muere en New York, autor igualmente de “El Zoológico de Cristal” (1944), “La Rosa Torturada” (1950), “La Gata Sobre el Tejado de Zinc” (1955),”Dulce Pájaro de la Juventud” (1959).
No se diga el gigante Ernest Hemingway, nacido en Illinois (1899), autor de “La Guerra Civil en España”, “Por quién doblan las Campanas” (1940), “Enviado Especial” y “Adiós a las Armas” y su genial novela, “El viejo y el Mar” (1952), narrativa de un mundo de desplazamiento humano y del viejo pescador por el niño en el que impera no la caridad, sino la solidaridad como valor predominante por encima de la miseria, la condición humana nos regala lo más sórdido y lo más excelso de este género.
Fidel Castro le guarda honores en la Habana conservando su casa Museo; y designa a una Marina como Marina Hemingway, igualmente construye un Hotel destinado en recuerdo a su novela “El Viejo y la Mar”.
* Abogado de Profesión
Presidente de la Barra Interamericana de Derechos Humanos