Columna Sic Sac
Por: M.A. Elda Clemente Reyes
La autora Alicia Ziccardi, señala en su libro “La tarea de
gobernar”, que la capacidad de gobernar: es uno de los componentes centrales en
el análisis de los distintos niveles de gobierno. En consecuencia, lo es para
la comprensión del gobierno de las ciudades. Asegura también que los gobiernos
locales (Ayuntamientos) están hoy en la mira.
Las aseveraciones de esta autora no están fuera de la
realidad, si un presidente municipal cumple con sus funciones y su rol de ser
intermediario con el Gobierno Federal y Estatal, es que tiene capacidad para
gobernar.
Por el contrario, si deja de lado la comunicación, trato y
contacto directo con sus representados tras priorizar cumplir por cumplir
¿Realiza un buen trabajo?
No es lo mismo tener astucia para gobernar a ser un buen
líder.
En Campeche, los alcaldes llevan dos años de gestión. Cada
uno está operando sus activos a su manera y amenizan su juego según sus reglas.
Sin embargo, hay que decirlo, el pueblo está viviendo en carne propia sus
aciertos, pero también sus traspiés.
En los 13 municipios hay necesidades urgentes.
En los últimos meses se han divulgado numerosas encuestas
sobre su desempeño. Son ejercicios de medición que cambian constantemente de
acuerdo con la percepción de los encuestados. Algunos han salido favorecidos y
otros no tanto.
Los resultados en sus demarcaciones también es fácil
calcularlos dependiendo del grado de satisfacción de los habitantes, es decir,
a mayor bienestar, mayor capacidad de dirigir.
Como menciona Ziccardi, los gobiernos locales (Municipales) están
en la mira. Autoridades superiores e inferiores, los medios de comunicación y
los ciudadanos en general los están valorando.
Frente a un escenario como el que tenemos en la mayoría de
las alcaldías, con una gobernanza debilitada, baja representación ciudadana,
dudosa administración de los recursos públicos, y un régimen con escaso
ejercicio democrático, algunos piensan que es posible ganar elecciones bajo
presión y a billetizas sin importar lo que opinan los votantes.
Lo anterior, se presenta para los presidentes municipales
como una tarea arriesgada, complicada y difícil de alcanzar.
En alusión a lo que afirma la autora, vale la pena analizar
¿Si alguno de ellos carece de un proyecto integral, puede tener logros
sustanciales? La respuesta es prácticamente nula, al ser el munícipe el primer
contacto con la gente.
Nos toca a los campechanos reír o llorar.
En lo personal, los que han hecho bien las cosas tendrán mi
voto, los que no, ni se me acerquen.
Pero, no nos flagelemos, el 2024 está a la vuelta de la
esquina.