Contacto con la Política Nacional, por: Baltasar Barbolla.
CDMX.- Este sábado
regresaré a Mérida para pasar Navidad con la familia. Ya ando saboreando el bacalao
a la Vizcaína de mi abuela; su platillo estrella para la cena de Nochebuena.
-compartió la empresaria a los amigos de siempre para iniciar la plática de
esta semana en el Balmoral- ¿Qué planes tienen ustedes? ¿Ya le hicieron sus
cartas a Santa Claus?
-En
casa ya hicimos todas las compras para la cena y nos tocó corroborar las
noticas que han circulado estos días sobre que ahora la cena navideña es más
cara que en años anteriores. -contó el escritor- Respectó a mi carta… pues ya
la escribí, aunque aún falta ver si se me hará el deseo. Espero tener la suerte
de Alejandro Moreno, dirigente
nacional del PRI, quien parece haber pedido para Navidad que se prolongue su
tiempo al frente del Revolucionario Institucional y se le cumplió “luego,
luego” como dicen por ahí.
-Qué
bueno que tocas el tema de “Alito”,
amigo escritor, porque justo de eso quería hablar esta semana ya que no me
quedó muy claro lo sucedido. -dijo el consultor- Entendí que el PRI convocó a
su Consejo Político Nacional a una sesión extraordinaria este lunes 19 de
diciembre para tratar unos temas estatutarios, pero no supe si fue una
modificación de estatutos o una ratificación de lo que ya estaba asentado.
-Sin
intención de cantinflear, podría decirse que un poco de ambas. -señaló el político-
Como bien dices, el Consejo Político Nacional del PRI se reunió el lunes para
votar distintos temas relativos a los estatutos del partido, como el tema de
las alianzas para las elecciones del 2023 en Coahuila y Estado de México.
Dentro de lo discutido, lo que causó más polémica fue la modificación del
estatuto que dictaba que quien fuese dirigente podía solicitarle al Consejo Político una prórroga de mandato cuando
su cambio de dirigencia se encontrara dentro de los 3 meses previos al inicio del
próximo proceso electoral.
-Se
cambió el tiempo en el que la dirigencia podía solicitar la prórroga de 3 meses
a 90 días hábiles, o sea unos 5 ó 6 meses, ¿no es así? -preguntó la periodista
-Efectivamente.
-retomó el político- Ahora bien, digo que es un poco modificación y un poco
ratificación porque este cambio estatutario se dio en respuesta al “Plan B”
electoral del presidente López Obrador,
el cual contempla hacer más corto el proceso de elecciones; antes empezaba en
septiembre y, con la propuesta de AMLO, empezaría hasta noviembre. Esto es
importante pues la dirigencia de Alejandro
Moreno debe terminar el 18 de agosto del 2023. Entonces, con el “Plan B”
del presidente, “Alito” ya no tendría la posibilidad de solicitar una prórroga
por lo que decidió modificar el estatuto.
-¡Ya
veo! -exclamó el consultor- Es una modificación porque en efecto se cambia el
texto de los estatutos, pero también podía considerarse una ratificación porque
pone a la dirigencia en la situación jurídica que se encontraba antes del “Plan
B” de nuestro presidente.
-Pero
el “Plan B” en materia electoral del presidente aún no es aprobado por el poder
legislativo. -recordó la abogada y preguntó- ¿Por qué se modificaron los
estatutos del partido para armonizarse con una ley que aún no existe?
-Es
la duda que tenemos muchos. -contestó el político- De hecho, la exgobernadora Dulce María Sauri calificó la
modificación como una contradicción por lo que comentas, amiga abogada. Además,
la exgobernadora reprochó
que no se justificó la urgencia de convocar a una reunión extraordinaria del
consejo, lo cual es un requisito de acuerdo a las formalidades priistas, y que
el contenido de la modificación estatutaria se dio a conocer momentos antes de
su votación.
-Pude
escuchar una que otra entrevista de la exgobernadora Sauri sobre este tema y me
llamó la atención su postura respecto a que actualmente no debe haber nada más
importante para los priistas que ganar las elecciones del 2023 en Edomex y
Coahuila, por lo que esta modificación estatutaria genera ruido innecesario. Va
muy de la mano con lo que comentaba la senadora Beatriz Paredes Rangel cuando calificó de inoportuna esta modificación
debido a que genera tensiones innecesarias al interior del PRI cuando la
prioridad deben ser las elecciones del próximo año.
-Y
vaya que hubo ruido y tensiones. -expresó el editorialista- Poco después de que
se diera a conocer la convocatoria para la sesión extraordinaria del Consejo
Político Nacional, el senador Miguel
Ángel Osorio Chong reprochó el evidente intento de la dirigencia para
prolongar su mandato y recordó que, a mediados de año, “Alito” se había
comprometido a terminar su dirigencia el 18 de agosto del 2023. Asimismo,
explicó que no asistió al Consejo Político Nacional debido a que no se votó por
los intereses del partido, sino por los intereses particulares de Alejandro Moreno, y llamó a la
militancia priísta a expresarse en contra de este abuso.
-La
senadora Claudia Ruiz Massieu mostró
una postura similar pues dijo que no asistió al Consejo Político porque no
estaba dispuesta a validar reformas a los estatutos partidistas que satisfagan
los caprichos de una persona. De igual manera, cuestionó la palabra de
Alejandro Moreno al también recordar que había prometido no prolongar su tiempo
en la dirigencia del PRI. -añadió el analista- Tanto el senador Osorio Chong
como la senadora Ruiz Massieu se comprometieron a llevar este caso ante las
autoridades electorales correspondientes.
-Aún
más contundente fue el exgobernador guerrerense Héctor
Astudillo pues renunció al Consejo Político Nacional bajo el argumento
de que no se quedaría callado ante estos abusos de la dirigencia que representan un insulto a la
historia del PRI y a sus militantes. También afirmó que Alejandro Moreno no lo
representa y ejerció su liderazgo entre las y los consejeros priistas
guerrerenses para que rechazaran la modificación desde el Comité Directivo
Estatal de Guerrero.
-Por
su parte, Alejandro Moreno defiende
que la decisión de modificar los estatutos se hizo de forma colegiada y que fue
aprobada por los 458 consejeros que estuvieron presentes en la sesión, sin
ningún voto en contra. Igual arremetió en contra de quienes lo criticaron
acusándolos de ser aliados de Morena y de no tenerle lealtad al PRI. -hizo
saber el político
-Mucho
cinismo el de Alejandro Moreno al decir que los priistas que lo critican son
aliados de Morena cuando es bien sabido que él está doblado por el partido
guinda debido a la amenaza de un proceso judicial en Campeche, entidad que
gobernó hace unos pocos años y que hoy está en manos de Layda Sansores. -opinó el escritor- Estas no son conjeturas ni
suposiciones, sino que quedó en evidencia cuando se detuvo el escarmiento
público por parte de la gobernadora campechana, así como el proceso de
desafuero en su contra, luego de que el PRI presentara una reforma
pro-militarización en San Lázaro.
-En
entrevistas, ante la pregunta directa de si se retiraría de la dirigencia el 18
de diciembre del 2023 como había prometido, Alejandro Moreno se ha limitado a
contestar que su dirigencia terminaría cuando los estatutos así lo indicaran.
No hay que ser muy listo para entender que esto significa que “Alito” buscará
prolongar su dirigencia hasta el 2024, a pesar del compromiso que había hecho
con los cuadros priistas. -observó la abogada
-Eso
parece, amiga abogada. -asintió el político- Y es que, quien esté en la
dirigencia para el proceso electoral del 2024, tendrá mucho poder pues estará
encargado de designar cientos de candidaturas en todo el país para las
contiendas a diputados locales, diputados federales, senadores, presidentes
municipales y gobernadores en algunas entidades.
-Pues
habrá que ver qué consecuencias tiene este aparente abuso por parte de la
dirigencia nacional del PRI y, más importante, si Alejandro Moreno cumple su palabra y termina su dirigencia el 18 de
agosto del próximo año. -concluyó la periodista- Por mientras, parece que la
exgobernadora Dulce María Sauri y la
senadora Beatriz Paredes tienen
razón en cuanto a que lo sucedido generó tensiones innecesarias en el PRI
cuando la prioridad debería ser Coahuila y Estado de México.