Ante la repentina aparición de tantos “especialistas de imagen”; presuntos “expertos en campañas políticas”; “encuestólogos”; “intérpretes de lenguaje no verbal”, similares y conexos, quiero expresar algunas consideraciones respecto de la candidata de la alianza FUERZA Y CORAZÓN POR MÉXICO:
1.- Xóchitl Gálvez es una candidata bastante imperfecta, lo que me parece lo más humano del mundo.
2.- Comete errores, claro que sí, como los cometemos tú o yo. Ningún error de ella es tan grave que la descalifique como una magnífica candidata a la Presidencia.
3.- No habla perfecto. Seguramente no ganaría un concurso de oratoria e incluso puede tener equivocadas expresiones. Cierto y ninguna de ellas le merman como la mejor opción democrática en esta elección.
4.- He de decir que las virtudes que veo en ella me alientan inmensamente. Creo que el poder público en México requiere del aire fresco que una personalidad e inteligencia como la que Xóchitl puede proveer.
5.- Algunos aspectos de Xóchitl pueden no ser de mi particular agrado, pero tengo claro que es muy difícil darle gusto a todo el mundo y que pretenderlo sería una barbaridad.
6.- A muchos no nos gusta la mezcla de partidos que le postulan. Cierto, pero basta recordar que ella ganó a cabalidad la candidatura por medio de una encuesta ciudadana cuyos resultados fueron públicamente reconocidos por los contendientes y los partidos de esa alianza.
7.- No creo que las deficiencias y las carencias que veo en Xóchitl constituyan una riesgo en caso de llegar a la Presidencia. Sus virtudes superan -por mucho- sus carencias. Por esas excelentes virtudes votaré.
8.- Aplaudo que defienda vida, verdad y libertad.
9.- No tengo duda de su honestidad y de su sinceridad.
10.- Tal vez lo único que le pediría es que prometa poco y haga mucho.
11.- Lo que sí le EXIGIRÉ permanentemente a Xóchitl es RECONCILIAR, HACER TODO LO NECESARIO PARA ACABAR CON LA DIVISIÓN ENTRE LOS MEXICANOS que promovió perversamente AMLO durante todo este tiempo.
12.- Reparar los inmensos daños producidos por AMLO y su partido, no dependerá sólo de Xóchitl y de su equipo, sino de la voluntad y la suma de millones de mexicanos dispuestos a votar y apoyar a ese gobierno.
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