La selva amazónica, considerada el pulmón del mundo, enfrenta una crisis ambiental debido a incendios que se han propagado rápidamente, afectando varias naciones. En Brasil, Ecuador y Perú, miles de hectáreas han sido consumidas por el fuego, lo que ha generado una preocupación internacional. Los expertos atribuyen la magnitud de los incendios a una sequía extrema y al aumento de la deforestación. La calidad del aire se ha deteriorado en ciudades cercanas, mientras grupos ecologistas exigen medidas urgentes para detener la catástrofe.