Se comenta solo…
Por: Carlos Ramos Padilla
Ver sitiado con rejas y vallas a Palacio Nacional es lo de
menos, ayer les comentaba el grave señalamiento de espionaje por parte de la
Fiscalía de la CDMX a varios personajes públicos, pero más aún, ya ven un par
de videograbaciones que recibo de parte de Rafael Loret de Mola en donde da
testimonio de agresiones y amenazas a su integridad y la de su familia. El
primer documental nos deja evidencia de cómo ingresaron a su domicilio para
dejarle, bajo un puñal clavado, una anotación con las letras “AMLO”. Perdió
documentos y computadoras. Ahora veo un señalamiento aún más preocupante cuando
denuncia amenazas contra su hija por las investigaciones y declaraciones de
Carlos (su hijo) y de él mismo. Y no es el primero que transita por estas
advertencias, algunos inclusive denunciándole frente al presidente en la
“mañanera” ya fueron asesinados y otros han salvado de milagro la vida como
Ciro Gómez Leyva. 2022 fue el más mortífero para comunicadores en lo que va del
sexenio. En su reporte más reciente, del 24 de mayo de ese año, Artículo 19,
organización independiente que promueve y defiende los derechos de libertad de
expresión, contabilizó 11 periodistas asesinados en el país. Pero en lo que va
de la administración federal han sido acribillados 58 periodistas, de acuerdo a
Enrique Irazoque Palazuelos, titular del Mecanismo de Protección para
Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, adscrita a la Secretaría de
Gobernación. Y en el obituario también aparecen activistas y candidatos a
puestos de elección popular. Con esto se comprueban varios aspectos: la
seguridad pública ha fracasado, al presidente no le preocupan estas cifras, la
corrupción es galopante, los permisos oficialistas para que opere el crimen
organizado son amplios y AMLO aplica dos fórmulas muy a su beneficio, crece las
aportaciones asistencialistas para comprar al “pueblo bueno” pero peor aún
logra acercamientos con los personajes más comprometidos con la justicia para
perdonarlos y lograr su incondicionalidad. La familia Loret, ni muchos otros
merecen persecuciones, hostigamiento y amenazas sin importar al gobierno y más
aún, por ello colocándose como el primer sospechoso. Conozco y muy bien a mi
respetado y querido Rafael. Carlos inició su vida profesional en medios conmigo
en Radio 13 y siempre se comportó como un auténtico caballero incluso cuando le
ofrecieron mi cargo al terminar el proyecto noticioso/radiofónico que encabece
por 7 años. A Rafael con cientos de anécdotas que nos unen más le he señalado
que camina en la difícil línea de la temeridad, pero es su estilo, es y forma.
Carlos ha mostrado valentía, integridad y mucho profesionalismo. Y esa misma
postura de muchos colegas que de frente cumplen con su responsabilidad viviendo
en un país, nuestro país, que asesinan con permiso por pensar, escribir y
hablar. Lo menos que recibe un periodista libre e independiente, incluso los
que son empleados de medios colectivos de comunicación, es la ofensa, el
menosprecio y la crítica destructiva. La familia Loret está en riesgo, en
peligro, bajo advertencias cobardes e insensatas. ¿Y así nada más va a quedar?
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv
canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio.