Sic Sac, por: M.A. Elda Clemente Reyes.
Termina el 2021, un año más culmina mientras nuestras vidas
encuentran nuevos comienzos, retos y esperanzas. La rueda de la vida gira sin
parar arrastrando consigo nuestros más sublimes anhelos.
Durante estos meses vimos transcurrir los días con mayor
velocidad hasta llegar nuevamente las fiestas decembrinas. La pandemia por el
Covid-19 y la recesión económica no paralizó el fervor navideño encumbrado con
el nacimiento del Niño Jesús.
Al concluir el 2021, se cierran capítulos que no quisiéramos
volver a recordar. La página del libro que ayer escribimos con la fuerza de
nuestras convicciones, hoy, es necesario darle vuelta y mirar al futuro con optimismo
sin mirar atrás.
Un nuevo ciclo se termina para poder avanzar hacia lo nuevo,
lo diferente con distintos escenarios y actores. Todo principio tiene un fin, obviamente
no todas las cosas las podemos romper ni borrar de un plumazo. Las líneas de la
vida que fueron redactadas con pulso fino y sinceridad permanecerán en lo más
profundo de la memoria, no así, lo que fue superficial.
Lo anterior, no quiere decir, que el próximo año busquemos la
forma de transitar caminos de perfección inalcanzable porque lo perfecto no es
de este mundo. Abracemos la fe, la paz, la solidaridad y buenos propósitos para
todos.
El Año Nuevo, nos ofrece la oportunidad de conquistar una de
nuestras más grandes aspiraciones. Es importante que, en el recuento de los aciertos
y errores, ubiquemos alternativas y soluciones.
En esta coyuntura no tienen cabida los desorientados, los
desanimados sin hambre de triunfo, tampoco los indecisos, los temerosos y
convenencieros. El 2022 pertenece a los decididos a continuar la lucha del día
a día, a los guerreros de corazón, dispuestos a lo imposible por coronar
elementos valiosos dignos de merecimientos.
No me queda más que agradecer a DIOS la vida por permitirme
llegar a este día y a mis lectores por seguir mis páginas y leerme desde hace
24 años. Mi mayor deseo es que el Todo Poderoso siga derramando sus bendiciones
sobre todos nosotros, que ponga luz en las almas oscuras y malévolas para no
caer en sus trampas.
El 2022 permanezcamos alerta, protejamos con la oración la
mente, el espíritu y el corazón, esencia de nuestra existencia y nuestra conexión
con el Creador.
Feliz Año Nuevo 2022
