Con el dedo en la llaga, por:Yazmín Rodríguez Galaz
Ante el freno que el Gobierno Federal está aplicando a nivel nacional en dependencias y programas de gobierno para los estados del país, en Yucatán se está dejando sentir la desconfianza particularmente en lo que a inversiones se refiere ya que de acuerdo con datos recabados en el sector empresarial de la región (Yucatán, Campeche y Quintana Roo), ante la llegada de la administración federal y los constantes cambios y anuncios, se han dejado de invertir el 60 por ciento de los capitales.
“Apenas si estamos canalizando entre el 30 y 40 por ciento, porque hay temor, miedo de perder dinero, todo está muy cambiante”, confesó un ex dirigente empresarial de Yucatán y vinculado a instancias y gente de negocios en la región peninsular.
De tal forma que el circulante se reduce sensiblemente y aunado a que la misma Federación está liberando “únicamente los recursos que por ley le corresponde a los estados del país”, se está percibiendo una falta de liquidez.
Esto, independientemente de que los cambios y alzas a los precios de combustible también han impactado actividades en la región peninsular y solamente se observa una expectativa. Lo que serían las condiciones para invertir en el llamado Tren Maya para el sureste mexicano.
De acuerdo con los datos preliminares en esta obra –anunciada por el presidente López Obrador – el gobierno Federal únicamente enviaría el 10 por ciento de la inversión y el 90 por ciento restante, saldría de la misma iniciativa privada –mexicana o extranjera-.
Ante ello, la mayoría de quienes invertirían su dinero están a la espera de las condiciones y la convocatoria bajo la cual se haría esa obra.
En tanto y en prevención a las cosas tan diferentes que están pasando, buena parte del sector privado de la Península de Yucatán limitó sus posibles apuestas de inversión, freno los proyectos del 2019 en los que planeaba invertir entre el 75 y 90 por ciento de capitales y únicamente está canalizando entre el 30 y 40 por ciento, cuando mucho.
El sector privado a nivel nacional y en la península de Yucatán no es la excepción- le apuesta a las inversiones pero bajo la perspectiva de que pueden ser negocio y obviamente generarían ganancias pero ante los cambios en programas, inversiones, reglas de operación y anuncios del gobierno de México, han preferido “aguantar”.
Por tanto la fluidez de capitales y recursos se está percibiendo en bajos porcentajes de construcción y apertura de nuevos negocios.
“La mayoría está buscando cuidar lo que tiene, protegerlo y evitar caer en pasivos por lo que el crecimiento se está posponiendo”, comentaron.
En el caso del gobierno de Yucatán, los recortes presupuestales federales también impactaron diferentes áreas y de ahí la necesidad de recortes en programas y obras.
Información a nuestro alcance señalan que un panorama similar al de Yucatán se está presentando en otros estados como Campeche y Quintana Roo.
En este último –Quintana Roo- otro factor negativo está siendo la inseguridad y el posible avance de la llamada delincuencia organizada en esa región.
Así que por lo pronto, 2019 se muestra como un año complejo y dificultoso en materia de inversión y crecimiento económico.
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De golpe y porrazo
Así como en el proceso interno del PRI en Yucatán han surgido diversos inconvenientes y hasta acusaciones entre los aspirantes a dirigir a ese partido político, a nivel nacional tampoco se observa el panorama fácil.
La ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco que abiertamente está buscando ser la nueva líder nacional del PRI, ya tiene opositores enfrente y pareciera que serán varios los que finalmente quieran disputar ese encargo.
La ex gobernadora- hay que decirlo- le gusta remar contracorriente y parece que ahora de nuevo estará ante ese camino porque así como tiene aliados también tiene adversarios.
La mujer fue entrevistada recientemente a nivel nacional y dijo que “busco recuperar el PRI para la gente, regresarlo a sus orígenes y no por poder, dinero e influencia”.
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El llamado censo de Bienestar en Yucatán que realizó gente vinculada al delegado del gobierno federal en el Estado, Joaquín Díaz Mena, por fin terminó.
Sin embargo, han convocado a la gente que no fue censada –por ausencia o alguna u otra razón- a que acudan a la Secretaría de Bienestar para ser agregados.
Hasta el momento, ha fluido poca información sobre el tema de parte del mismo Díaz Mena quien ha preferido usar solo sus redes sociales y evitar a los medios de comunicación, a quienes por cierto, antes buscaba de día y de noche.
No es su único caso, en igualdad de circunstancias están los diputados emanados de Morena que antes que hablar, deben consultar a sus directivos estatales de ese partido político, que dicho sea de paso, están más perdidos que los mismos legisladores.
Según ellos para evitar “filtraciones erróneas o con dolo”… Al parecer son cosas de la Cuarta Transformación.
De esto y más estaremos pendientes.
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