Aquel beso nació en el alma de una niña que se enamoraba por primera vez. Y acarició con el sabor de una boca inocente un papel blanco y delicado. Era una carta!
La carta, tierna y serena, voló en un sobre a la ciudad tan bella que es Sevilla. Sevilla, la que es tarde de oro y mañana de plata. Sevilla, la que es emoción y fe, tradición y olé…
Y alcanzó un buzón. El buzón del niño, él, el receptor del beso y de las palabras de amor de ella. Qué bonito! La siguiente tarde se verían. En la corrida del día 12 en la Maestranza…
Se ruborizaría ella! Se pondría nervioso él!
Dedicado a todos los que mañana torean en la Maestranza
A Sevilla y a mis amigos sevillanos
A los amores adolescentes
A mi Luis
A Mamen, que disfruta mis historias
A la gente con alma
Y a mi mago