El gobierno argentino ha anunciado su intención de “revaluar” su participación en las negociaciones climáticas globales, generando inquietudes sobre una posible retirada del Acuerdo de París. Esta decisión se produce después de que la delegación argentina se retirara de la cumbre climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán, tras una conversación telefónica entre el presidente Javier Milei y el expresidente estadounidense Donald Trump.
El presidente Milei, conocido por su postura escéptica respecto al cambio climático, ha calificado el fenómeno como “una mentira socialista”. Además, ha degradado el Ministerio de Medio Ambiente a una dependencia de menor rango y destituido a la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, debido a desacuerdos sobre políticas estadounidenses. Su portavoz declaró que la retirada de la delegación permitirá al nuevo canciller “revaluar la situación” y reflexionar sobre la posición del país en estas negociaciones.
La comunidad internacional ha expresado preocupación por la posible salida de Argentina del Acuerdo de París, especialmente en un contexto donde el expresidente Trump ha manifestado su intención de retirar nuevamente a Estados Unidos del pacto climático. Durante la COP29, varios países han enfatizado la importancia de mantener la unidad en la lucha contra el cambio climático, a pesar de las tensiones geopolíticas y los cambios políticos internos en algunas naciones.
La retirada de Argentina de la cumbre y su posible desvinculación del Acuerdo de París representan un desafío significativo para los esfuerzos globales en la mitigación del cambio climático, en un momento crítico para la implementación de políticas ambientales efectivas.