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ASPIRANTE: Enrique de la Madrid Cordero, busca liderar la coalición rumbo a la Presidencia en 2024

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Especial / La Revista

A un año de haber
manifestado públicamente su aspiración de liderar una coalición de partidos
rumbo a la candidatura presidencial de 2024, Enrique de la Madrid Cordero se
mantiene firme en ese proyecto que, sin duda, ya debería estar tomando forma en
el escenario político del país.

En entrevista con LA
REVISTA PENINSULAR, De la Madrid Cordero destaca que sigue vigente en sus
aspiraciones, principalmente, porque está convencido de que México puede ser un
país mucho mejor de lo que es hoy, en donde todos los mexicanos tenemos la
obligación de resarcir las cosas que no se han hecho bien y sobre todo, de
pagar lo que muchos llaman la hipoteca social a casi la mitad de la población
mexicana que vive en la pobreza. Pero también preocupado por el país al que
podemos ir a dar pues ya van cuatro años de esta administración en la que el
crecimiento es negativo, en donde el ingreso por persona es el equivalente al
de hace 15 años, en donde, tan solo en cuatro años, se ha reducido dos años la
esperanza, y con una tasa de criminalidad que supera los 120 mil homicidios.

“No obstante, en un
año hay cosas positivas y hay otras que falta por hacer, por un lado ha habido
un avance en el reconocimiento de muchas de las ideas que voy planteando, sobre
todo en el tema de consolidar algo como construir un país de clases medias, es
algo que siento que tiene aceptación y que a la gente le interesa; también la
idea de consolidar nuestra democracia pero sobre todo una democracia que
respete las libertades.

¿Cuáles son los
retos? Los retos son seguir avanzando, por un lado  reconociendo que vivimos una crisis de
partidos políticos y que vivimos con un gobierno con tendencia a la
centralización del poder y de la economía.

“Y por otro lado que
vivimos en un país, que desde mi punto de vista, está perdiendo oportunidades,
que todos los días tiene cierto nivel de retroceso, si lo vemos en promedio,
eso está pasando en México, independientemente de que algunas regiones se
defienden mejor”.

¿Cuáles consideras que son las fortalezas de México en lo
económico, en lo político y en lo social?

“En lo económico,
creo que la principal fortaleza es que del centro al norte del país, somos una
economía exportadora y mucho más diversificada, ya no depende solo de un
sector, somos una economía intermedia, diversificada y exportadora, y además
estamos al lado de la economía de consumo más grande del mundo, y eso es algo
que deberíamos aprovechar cada vez más.

En lo político,
nuestra fortaleza es que vivimos en un régimen democrático y eso es algo que hay que defender, en una
democracia se avanza más lento pero los riesgos del retroceso son mucho
menores, entonces yo apuesto por una democracia donde la gran mayoría de las personas participemos
en la definición del rumbo de país y después en la construcción del mismo.

Por otra parte
–continuó-, en lo social, la demografía cuenta y yo metería dos temas: Uno, la
diversidad de nuestro país es una fortaleza, somos un país de 120 millones de
personas con regiones y vocaciones diferentes. Y dos, México es un país
mayoritariamente joven, la mitad de la población tiene menos de 29 años, y en
una economía digital tener una población joven es una fortaleza importante,
porque, precisamente, los jóvenes tienen más capacidades y habilidades de poder
ser exitosos en este mundo digital.

En cuanto a las
debilidades, el tema de la pobreza y la pobreza extrema lo son, es
verdaderamente increíble que estemos al lado de la economía más poderosa del
mundo y que prácticamente la mitad de la población viva en la pobreza.

Por poner un ejemplo,
tenemos que del año 2005 al 2022 (17 años), el ingreso promedio del mexicano
solo aumentó dos pesos, lo que veo es un país muy desigual, hay estados de la
República que han crecido durante los últimos 25 años un 5% anual, y son
estados de clases medias donde la pobreza no rebasa el 30% de la población;
pero hay otras entidades, principalmente en el sur, como Oaxaca, Chiapas y
partes de Guerrero y Michoacán, en donde en los mismos 25 años llevan creciendo
cinco veces menos que los más desarrollados; entonces tenemos un desarrollo
económico muy desigual, que me parece tiene un impacto muy fuerte.

En lo que se refiere
a las debilidades en la parte política, lo que a mí me preocupa es que vivimos
en una democracia con muchas vulnerabilidades, y ahora estamos viviendo un intento
de volver a la centralización del poder y del ejercicio del gasto público en la
Federación, restringiendo recursos a los estados y a los municipios, lo cual es
un obstáculo para el crecimiento.

También hay que
reconocer que estamos en medio de una crisis de partidos políticos, y un claro
ejemplo es que, en el caso del gobierno en turno, no hay un partido sino un
movimiento en torno a una figura, en este caso el presidente. Pero por otra
parte, los partidos de oposición a cuatro años de distancia, la queja de todo
el mundo es que no ha habido la capacidad de generar una narrativa que sea
alternativa hacia los ciudadanos, entonces un reto de la parte política es
fortalecer a los partidos acercándolos a las causas de los mexicanos con
propuestas creíbles para que la gente las quiera seguir.

¿Cuál es tu propuesta?

La propuesta general
es generar un muy acelerado crecimiento económico con altísima creación de empleos
pero con una distribución mucho más justa de la riqueza.

“No hay forma de
enfrentar la pobreza simplemente con programas sociales si no hay crecimiento
económico porque, incluso, hasta para financiar esos programas sociales se
necesita crecer”.

“Lo que hace que un
país pase de ser un país pobre a ser un país de clases medias es un alto
crecimiento económico y en México hoy existe una ola favorable pero parece que
al gobierno actual le gusta nadar contra corriente. Para qué nos peleamos con
las tendencias del mundo; una de las tendencias es pasarnos del uso de las
energías fósiles a las renovables, México es rico en el potencial de la energía
renovable que ya debería estar generando una industria a partir de ahí con
muchos empleos”.

“También se estaría
generando mucha electricidad barata que es lo que muchas empresas están
buscando en otras partes del mundo y más ahora que los precios del petróleo han
subido”.

Si me preguntas ¿en
qué te centrarías? Yo me centraría en
generar las condiciones para que lleguen los miles de pesos y de dólares que
están esperando entrar a México pero que no van a entran en un ambiente de
incertidumbre en donde la economía es clave.

¿Cómo ves al PRI?

Lo veo muy golpeado,
con la incapacidad de poner sobre la mesa una narrativa atractiva, una
propuesta para el país que es lo que hemos querido construir, entre otras
cosas. La propuesta tiene que ir a los problemas de la gente.

Los problemas de la
gente tienen que ver con la economía, con la inseguridad, con la salud, a la
gente ya no le alcanza el ingreso que percibe.

Lo que hace falta es
una narrativa que responda a los problemas de los ciudadanos, hoy en día la
gente ya no voltea a ver a los partidos políticos porque sienten que no se
atienden sus problemas.

¿Hay posibilidades de hacer una alianza para ir contra el
partido en el poder?

La respuesta es que
si, el país está dividido por mitades y probablemente para la elección del 2024
será similar, esperaría entonces que la mitad opositora fuera un poco mayor
pero si la mitad opositora no se junta para competir no se podrá ganar.

“A veces la gente se
pregunta cómo se van a juntar los partidos que siempre han competido entre
ellos mismos, la respuesta es sencilla: Lo que está en juego es México, antes
lo que se jugaba era el acceso al poder para cambiar el rumbo del país, hoy ya
no, lo que está en juego es México, su futuro y viabilidad como un país
próspero, independiente y soberano donde la gente tenga opciones y expectativas
para salir adelante y eso solo se puede hacer con una alianza de oposición con
una narrativa en los puntos donde coincidimos.

“Si nos ponemos de
acuerdo en los fines por qué no nos vamos a poner de acuerdo en los medios, y
justamente una coalición y eventualmente un gobierno de coalición, es un medio
para alcanzar ese fin que es un México mejor, un México posible”.

¿Cuáles serían las reglas para definir a los
contendientes de esa alianza?

Ese es un paso que ya
es necesario dar, porque los tiempos están pasando y México se está atrasando.
A mí me parece que hay varias reglas que se deben cumplir, si de entrada
estamos hablando que hay tres partidos que estarían postulando a un candidato,
se tendría que definir quién tiene verdaderas posibilidades de triunfo y evitar
el desgaste y pérdida de tiempo compitiendo entre sí, esa sería una primera
regla.

La segunda, hay que
estudiarla muy bien porque en nuestra Constitución existen una serie de
requisitos para asumir puestos importantes en la administración pública
relacionados con la honestidad, capacidades y habilidades profesionales; y para
ser Presidente de la República no existen. Entonces habría que ir poniendo un
perfil de las características que debería tener un aspirante al cargo más
importante de nuestro país. “Todo mundo se quiere inscribir pero no todos
cuentan con el perfil”.

“Yo esperaría que
estas reflexiones ya las estén tomando en cuenta los partidos políticos ya que
de lo que se trata es de escoger a la persona más competitiva posible, que sea
capaz de dirigir, eventualmente, un buen gobierno. Ya hemos visto que no es lo
mismo ser un gran candidato que ser un buen gobernante, y al final del día, lo
que necesitamos es un buen gobernante”.

¿Qué papel juega la ciudadanía en todo esto?

Es muy importante, la
ciudadanía debe ser tremendamente activa en todo momento, desde ahora, incluso,
pidiendo a los partidos políticos que vayan definiendo las reglas del juego.
Posteriormente, dando seguimiento a que eso ocurra en los términos en que se
plantearon y participando activamente en el proceso para definir a la mejor
opción posible, y después en su momento, salir a votar; pues es increíble que
en estados como Oaxaca, en esta última elección solo haya salido a votar el 38%
del padrón.

Los ciudadanos
también tenemos la obligación de participar, de exigir y de exigirnos, y de
tomar el control del destino de nuestro país
porque si no es así, entonces lo único que nos quedará es lamentarnos. Un
ciudadano que no participa está destinado a ser manipulado y a ser un simple
espectador.

“Un mexicano que no
participa activamente en la construcción de un México mejor, al final es un
mexicano que está contribuyendo a que este país sea peor, en ese sentido, estoy
cada vez más comprometido pero con el ánimo de que nos comprometamos todos y a
todos nos toca construir un México mejor”, concluyó.

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