En un contexto migratorio global marcado por desplazamientos masivos, México registra un incremento notable en la llegada de personas procedentes de la región Asia‑Pacífico. Al cierre de agosto, al menos 47 mil migrantes asiáticos se encontraban en territorio mexicano sin una definición clara sobre su estatus de estadía, de acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Este fenómeno forma parte de una tendencia más amplia: en 2024 la región Asia‑Pacífico se consolidó como la principal zona de origen de migrantes internacionales, con un total de 90.6 millones de personas desplazadas en el mundo. Entre los países señalados como punto de partida destacan India, China, Bangladés, Afganistán y Filipinas.
La ruta seguido por muchos de estos migrantes combina transporte aéreo desde sus países de origen hacia naciones de Sudamérica, como Brasil, Surinam o Ecuador, y una continuación terrestre hacia Norteamérica. En el tránsito, frecuentemente cambian sus planes iniciales —lo que ha llevado a que muchos terminen quedándose en México, sin intención definitiva de llegar a otro país.
Este desplazamiento masivo plantea desafíos para el país, tanto en términos de regulación migratoria como de inclusión social. La presencia creciente de migrantes asiáticos, muchos con estatus migratorio incierto, implica para las autoridades y la sociedad mexicana la necesidad de reforzar mecanismos de protección, integración y atención a vulnerabilidades.
Al mismo tiempo, este fenómeno ofrece nuevas dinámicas demográficas y culturales: grupos provenientes de varios países asiáticos podrían comenzar a asentarse en México, lo que cambiaría parcialmente el perfil migratorio tradicional del país, históricamente dominado por flujos de América Latina y el Caribe.
El incremento documentado llama a un debate profundo sobre las políticas migratorias mexicanas: cómo regular estos flujos, garantizar derechos humanos a las personas en tránsito, y definir si México sigue siendo un país de paso, destino o asentamiento para quienes vienen de tan lejos.


