El expresidente español José María Aznar ha generado controversia tras ridiculizar la solicitud del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de que España se disculpe por los abusos cometidos durante la conquista de México. Aznar, en un tono sarcástico, cuestionó la legitimidad de la petición haciendo una referencia burlona al nombre del mandatario mexicano: “¿Él cómo se llama? Andrés por la parte azteca, Manuel por la maya…”, sugiriendo que su propio nombre proviene de una herencia europea.
Este comentario se suma a una serie de reacciones por parte de figuras españolas que consideran innecesaria una disculpa oficial por hechos ocurridos hace más de 500 años. Diversos historiadores y políticos han calificado la solicitud de López Obrador como un “sinsentido histórico”. El catedrático Enrique Moradiellos afirmó que pedir disculpas por la conquista es comparable a que España exija una disculpa a Francia por la invasión napoleónica, señalando que la historia no puede juzgarse con los parámetros del presente.
Por su parte, el gobierno español ha rechazado la petición en reiteradas ocasiones, destacando los lazos de fraternidad y cooperación entre ambos países en la actualidad. No obstante, la postura crítica de Aznar y otros líderes ha generado un debate en torno a la responsabilidad histórica y las secuelas de la colonización en América Latina.