Sin camiseta, con el rostro en tensión y los puños apretados. En las semifinales de la Eurocopa-2012, Mario Balotelli fue el héroe de Italia para ganar por 2-1 a Alemania, con un ‘doblete’, pero cuatro años después, con los dos equipos cruzando de nuevo sus caminos en el torneo, el atacante italiano es el gran olvidado.
‘Super Mario’ ahora es simplemente Mario. En ese partido ante Alemania en Varsovia consiguió ganarle el pulso a Manuel Neuer con dos tantos magníficos, primero un remate de cabeza y otro con un golpeo potente desde 25 metros, que celebró con una pose de estatua que dio la vuelta al mundo y deleitó a los fotógrafos.
Italia pensaba entonces que tendría un delantero para muchísimo tiempo y el fútbol le coronaba como futura gran estrella.
Pero el sábado, en los cuartos de final de la Eurocopa entre Italia y Alemania, Balotelli no estará. Graziano Pellé y Eder serán titulares, con Simone Zaza y Ciro Immobile en el banquillo, mientras que Mario tendrá que ver el partido desde el sofá de su casa.
No está lesionado. Simplemente, el seleccionador, Antonio Conte, que valora mucho el trabajo, la humildad, la efectividad y la disciplina, no se planteó ni por un segundo llevar a Balotelli a la Eurocopa.
En estos cuatro años, Balotelli no sólo no ha progresado, sino que ha ido para atrás. Escrutado dentro y fuera del terreno de juego, sus salidas de tono dieron en un momento mucho que hablar.
En el Mundial de Brasil-2014, sí que estuvo en la ‘Nazionale’ y marcó un gol, en el fracaso del equipo en la primera fase, pero desde entonces ha desaparecido de los radares, con dos temporadas para olvidar, primero en el Liverpool y luego en el Milán: siete goles en 51 partidos.
La pasada temporada en el Milán, ‘Super Mario’ nunca encontró su lugar y las lesiones terminaron por hundir sus esfuerzos. Acabó la temporada con un paupérrimo balance de tres tantos, teniendo en cuenta todas las competiciones. Dos de penalti y uno de falta directa.
– Las llaves de Milanello –
El misterio rodea este descenso a los infiernos del joven e incontrolable Balotelli, ese muchacho capaz de provocar un incendio en su baño tirando fuegos artificiales.
Feliz con su hija Pia, hace tiempo que alimenta a los tabloides y la prensa de sociedad con sus estridencias, que durante años ocuparon páginas en Inglaterra e Italia.
Todavía hay rumores, eso sí, de altercados a la salida de discotecas, pero Balotelli los ha desmentido y las historias se han apagado pronto, haciendo pensar que el jugador dice la verdad.
“Es muy puntual. Es él el que enciende las luces en Milanello y estoy pensando en darle las llaves”, llegó a afirmar al principio de la temporada Adriano Gallini, vicepresidente del Milán.
Balotelli ha hecho esfuerzos para ir por el buen camino. El exjugador italiano Roberto Baggio declaró durante esta temporada que le gustaría enseñarle qué es el fútbol. Balotelli podía haberse molestado, pero optó por encontrarse con el Balón de Oro de 1993.
“Mario es un jugador a quien todos dan consejos porque le ven cualidades que no muchos tienen”, afirmó en diciembe Cesare Prandelli, seleccionador de Italia en 2012.
“Potencialmente es uno de los cinco mejores del mundo, pero quizás para él el fútbol no es una prioridad”, añadió.
En el campo y fuera de él, Balotelli ya no da motivos para ser el foco de la noticia.
El Milán decidió no conservarlo en su plantilla y pertenece al Liverpool. Los rumores le envían al Besiktas o al fútbol chino.
Algo difícil de imaginar hace cuatro años, cuando envió aquel misil bajo el larguero de Neuer y llevó a Italia a la final de la Eurocopa.