En la pantalla, por: David Moreno.
Borgen es el término coloquial con el que los daneses se refieren al palacio que alberga a la sede del gobierno en Dinamarca: el Palacio de Christianborg. Es el lugar en el que se toman las decisiones más importantes para el país nórdico y alrededor de él gira toda la vida política, partidista y parlamentaria del reino. En 2010 La cadena pública danesa Danmarks Radio decide realizar una serie que ahondaría en las situaciones que se presentan detrás de las paredes de Borgen, que detallara los comportamientos y las relaciones que se tejen en los círculos de poder daneses y que terminan teniendo un impacto en los ciudadanos. Fueron un poco más allá al plantear la posibilidad de que los daneses vieran por primera vez a una mujer ocupar el puesto de Primer Ministro y lo hiciera ante la caída de los partidos que tradicionalmente han dominado la escena política danesa. Netflix ha retomado las tres temporadas que se produjeron de Borgen, lo interesante es que éstas no han perdido su vigencia pues las situaciones presentadas en la serie mantienen el interés del espectador de este convulso 2020 por lo bien planteado de las mismas y porque éstas resultan aleccionadoras en términos políticos, sociales y humanos.
Birgitte Nyborg (Sidse Babbett Knudsen) es la líder del partido moderado. Una política moderna, madre de familia y esposa de un inteligente y comprensivo profesor de ciencia política y economía llamado Phillip Christensen ( Mikkael Birkjaer) con quien no solamente ha formado una familia, sino con quien tiene un arreglo: durante un período de cinco años se centrarían en desarrollar la carrera política de ella, una vez pasado ese tiempo Birgitte tomaría el lugar de Phillip en el hogar y sería él quien tendría más presencia en la arena profesional. En ese período de tiempo es cuando por una serie de circunstancias, Birgitte tiene la oportunidad de convertirse en la Primer Ministro del País. Para hacerlo tendrá que llevar a cabo una serie de complejas negociaciones con otras fuerzas políticas y así poder darle forma a un gobierno diferente en un país con una larga tradición vanguardista en términos políticos pero que no esta exento de enfrentar a fuerzas conservadoras, retrógradas y de ultra derecha – las cuales han ganado fuerza en Europa en los últimos años – para las cuales un gobierno progresista es un peligro y mucho más uno encabezado por una mujer.
Borgen será extremadamente detallista al ahondar en asuntos que son clave para un país como Dinamarca y que a su vez son un reflejo de lo que desde hace una década viene sucediendo no solamente en Europa sino en muchas regiones del mundo. El uso de los recursos públicos, las diferentes maneras de afrontar fenómenos como la inmigración, la seguridad nacional, la transformación de una sociedad cada vez más multicultural y los desafíos que tal cambio trae consigo, son abordados a través de guiones escritos con mucha inteligencia y con un evidente bagaje político detrás de cada uno. Ninguno de los actores en una trama que involucra al gobierno queda fuera de los episodios de Borgen y ello la convierte en una serie redonda. Las relaciones con los medios, con la oposición, las negociaciones parlamentarias, con la comunidad internacional, todo está expuesto con transparencia, con la intención de cuestionar los defectos de una monarquía constitucional como la Danesa pero también con la de exponer sus virtudes, sus fortaleces y sus intentos por encajar en el mundo moderno.
Borgen es una serie exquisita. Con personajes perfectamente delineados, con situaciones que van de la intimidad de los círculos familiares a la que se vive al interior de la sede del gobierno. Es una serie que habla sobre las consecuencias que para tales entornos tiene el gobernar, el decidirse por una carrera política, el ser mujer en un mundo que aún se resiste a que sean ellas las que estén al mando, las que tomen decisiones. Una brillante y enmarañada pieza de ficción que lleva al espectador a pensar en una realidad aún más compleja y con incidencia en la vida de millones de personas. Una joya.
