México registra una epidemia de obesidad en la que tiene un destacado primer lugar mundial en sobrepeso, lo cual me lleva a cuestionar, si de verdad los mexicanos creemos que ante cualquier virus ya existente o por crearse no tendremos fallecidos.
Analicemos estas cifras, si alguno de nosotros esta entre los 7 de cada 10 adultos con sobrepeso u obesidad debes reflexionar que, de inicio, ya eres parte del problema para solucionar uno mayor, razón por la cual, no es a los virus a los que tienes que temerles, sino a tu antecedente de no estar listo para enfrentarlo al no cuidar de ti.
Señalo esto porque en cada uno de nosotros esta la decisión de mejorar la salud para sortear de mejor manera cualquier epidemia o pandemia, presente o futura.
Si antes nuestros ancestros teniendo como base el maíz y otras fuentes alimenticias llegaron a ser ejemplo de tener una buena alimentación, entonces tenemos la esperanza de volver a retomar nuestra tradición alimenticia milenaria, parte de la herencia multicultural prehispánica.
Para comenzar, debemos reflexionar de manera personal que, así como se llegó al punto crítico de ser nominado con un porcentaje mayor de ser afectado por cualquier virus, entonces también es posible en esta cuarentana devolver a nuestro cuerpo el estado de salud idóneo.
Necesitamos hacer conciencia de manera urgente para tener la probabilidad de revertir la tendencia de desgasteprematuro de nuestro cuerpo y por consecuencia de quienes nos rodean y en general de nuestra sociedad, ya que dejaríamos de ser un peso económico por enfermedades crónico – degenerativas derivadas de una mala alimentación.
Bajo este tipo de crisis de salud como la que hoy afrontamos, el coronavirus, con el sistema inmunológico débil de la mayoría de la población mexicana, nos confiere una mayor afectación, desde lo económico, social, emocional y otros aspectos que bien merecen un análisis posterior a esta crisis.
Por todo lo anterior, urge ante esta combinación de epidemia de obesidad y pandemia del COVID 19, que las organizaciones de salud, las asociaciones médicas, las organizaciones de profesionistas y civiles, exijan medidasmás drásticas a empresas que no contribuyen al cuidado de la salud y menos en un estado de encierro para evitar contagios, por lo que la puesta en cuarentena también debería aplicarse a los alimentos chatarra, los refrescos de soda y azucarados.
Como sociedad, debemos solicitar a los gobiernos federal y estatales, que deben prohibir de inmediato la distribución y venta de los alimentos chatarra y bebidas de soda o altas en calorías.
Sin darnos cuenta, de un modo pausado y del que varios especialistas ya han advertido, se está gestando en los hogares mexicanos una burbuja mortal (que en cualquier momento puede explotar) de hipertensión física y psicológica debido a la cuarentena y a la combinación de obesidad – inactividad – presión psicológica, económica –comida y bebidas chatarra.
Por lo que, independientemente de las acciones del gobierno de cualquier nivel, es responsabilidad de cada ciudadano analizar su situación de salud actual para afrontar esta contingencia.
Los mexicanos nos hemos caracterizado por abrir la boca para expresarnos inadecuadamente, irónicamente, hacemos lo mismo al abrir la boca para comer incorrectamente, sin informarse y analizar las consecuencias a nuestra salud.
Actualmente, han surgido miles de críticos y expertos en el tema de la salud en México, epidemiólogos, nutriólogos, médicos del deporte que han manifestado su desacuerdo con la inexistencia de la aplicación de las leyes en pro de la salud incluyendo, claro está, expertos enpolíticas públicas. Sin embargo, no han sido escuchados “convenientemente” para evitar ser directos con la gente y concientizar que nuestra sociedad está enferma desde ya hace varias décadas y somos parte de este problema; debido a que sólo el 45% cumple el quedarse en casa, según un análisis de la OMS, de la misma manera tampoco cumplimos el alimentarnos bien y ser ejemplo para las siguientes generaciones.
La autocrítica en la forma de alimentarnos es ahora una cuestión de supervivencia, presente o futura.
En base a lo expuesto no debe tener cabida en nuestra mente que podemos sortear sin ninguna muerte esta contingencia sanitaria, solo se está exponiendo una verdad que nos negábamos a reconocer. Estadísticamente este virus infectará al 80% de la población, preparémonos desde ahora.
Los exhorto, a tener un cambio, primero de actitud para que todos empecemos a ayudar a nuestro cuerpo a desintoxicarlo, a regresar al tipo de alimentación que tenían nuestros abuelos, que tanto éxito les dio además de lo sabroso y exquisito que era. Como se ha repetido mil veces cuídate a ti mismo.
Así como hoy las playas, el mar, los ríos y el cielo lucen limpios en todo el mundo, nosotros podemos reflejar esa misma naturaleza sana al término de la cuarentena.
Arquimedes Morán Herrera
Gina Alcocer Ayuso
