Por: Marco A. Cortez N.
Lo vi y escuché, con mucha atención, y con todo el respeto del mundo a su investidura y a su persona e igual a los miles o millones, no sé, de personas que le siguen, señor presidente Andrés Manuel López Obrador, no comparto como mexicano y como ser humano lo que usted dijo en su conferencia mañanera. “No es necesaria la campaña para pedir que la gente se quede en sus casas”.
Me dije en ese momento, ¿está bien? ¿escuché bien? Si la campaña es idea de su súper confiable y experto epidemiólogo Hugo López-Gatell. Él dijo, en su momento, de manera clara, fuerte y categórica que la única manera de frenar la pandemia es ¡quedándonos en casa” y ahora usted dice al pueblo de México que esta campaña se ha realizado con tono autoritario e infundiendo miedo. ¡No lo puedo creer!
Es cierto señor, de los 130 millones de mexicanos no dudo que haya un buen porcentaje que esté consciente de evitar salir de casa, así, bonito, de buena manera, pero señor, hay gente que ni siquiera sabe que hay y mucho menos qué es el COVID, es más, hay gente que dice que no existe, que es un invento. Entonces me pregunto ¿es real la cifra que cotidianamente nos da el doctor López Gatell? La cual si no me equivoco la de ayer martes -en su conferencia de prensa número cincuenta y tantos- se informó que la epidemia ya cobró la vida de 2 mil 507 personas en todo el territorio nacional.
Yo sé, señor presidente, que urge reactivar la economía, que el sector comercial ya perdió más de 500 mil millones de pesos, en voz de su presidente (CONCANACO), que todos los demás sectores productivos atraviesan por momentos muy difíciles por no decir cruciales; que estamos en una encrucijada de ¿qué es más importante?… ¿la vida?, ¿la economía?, ¿las finanzas?, ¿el empleo?, ¿todas? Cierto es también que han llegado varios aviones con toneladas de equipos y medicinas de China y que la SEDENA y la Marina ya pusieron a disposición todas sus instalaciones sanitarias para atender a personas con COVID-19, bueno hasta la ex residencia oficial de Los Pinos ya funge como residencia temporal para médicos y enfermeras que no desean llegar a sus casas y contagiar a los suyos. ¡Qué bueno! Lo celebro, pero decir que la campaña quédate en casa se ha realizado con tono autoritario e infundiendo miedo tratando a los ciudadanos como si no fueran responsables, creo, no está bien porque genera confusión y quienes no saben -que son muchos en México- harán caso de esto y saldrán y convivirán y se contagiarán y contagiarán a sus familiares y amigos y no habrá entonces infraestructura y recursos que aguanten, y en medio del colapso todo lo demás será lo de menos.
Por cierto, después de decir que se aplanó la curva pero que esto no significa que el virus ya no está (eso queda claro, que llegó para vivir con los humanos) el doctor López Gatell hizo una corrección y puso que el viernes 8 de mayo es la fecha cumbre para el pico de la pandemia.
Y un tema más, hoy el yucateco Jenaro Villamil, actual presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, acusó una campaña de desinformación y de desorientación, específicamente, por medio de la red social WathsApp. ¡Benditas Redes Sociales!…¿Quién dijo ésto?
Hoy el mundo entero se basa en las redes sociales, no solo los mexicanos, en esta pandemia, sino que es el medio por excelencia que se tiene la humanidad para informarse de lo que pasa en nuestra ciudad, estado, país y mundo entero. Lo de los audios y los videos no es nuevo; claro está que depende de la o las personas que los ven y los escuchan y cuando hay un poco de formación académica y criterio, no pasa nada pero cuando estamos en un país donde 60 de sus 130 millones de personas viven en extrema pobreza pero tienen un celular en sus manos, la historia es diferente.
Jenaro habló de la “infodemia” o epidemia de noticias falsas o medias verdades que tiene como objetivo, puso de ejemplo, al personal sanitario e incluso aludió a las teorías de la conspiración como el relativo al origen del virus (en el laboratorio o producto de la naturaleza) y entonces agregaría también su relación con fenómenos que van más allá de la comprensión y entendimiento como la difusión reciente de la NASA acerca de la existencia de OVNIS.
Esta “infodemia” alimenta los prejuicios y es una información tanto o más peligrosa que la misma epidemia, dijo el buen Jenaro, a quien recuerdo muy bien cuando con su papá en el parque de Santa Lucía comprando y vendiendo monedas de todos los tiempos y cuando estudió en la prepa uno donde comenzó a escribir sus artículos que se publicaron en un periódico local. El ahora flamante funcionario instó a la población a no compartir mensajes con nadie, así sean los papás, hijos, tíos, primos, etc., ¿esto es correcto? pregunto. ¿No hay libertad de expresión y de pensamiento?
En su intervención en palacio nacional habló también de los grandes ingresos de Google, Amazon, Instagram y YouTube que durante este primer trimestre del año ingresaron cada una miles de millones de dólares. ¡Benditas Redes Sociales!, diría Barack Obama que lo llevaron, por ejemplo, a la presidencia del país más poderoso del mundo.
PD. Yo estoy de acuerdo con las medidas impuestas en Yucatán, que no me suenan nada más que para salvar vidas y evitar situaciones que nunca nos perdonaríamos. No creo ni pienso que en la mente de los gobernantes locales haya la intención de imponer autoritarismo o miedo, más creo que lo que tratan es que se pierda el menor número de vidas humanas.
Así, de sencillo.
Hasta la próxima.
#Quédateencasa