Por: Alonso Ronald Ortiz García.
@RonaldOrtizG / ronald.ortizg@gmail.com
En Yucatán, el próximo gobierno deberá examinar los mecanismos de capital cívico entre ellos el Programa Escudo Yucatán y los Comités de Policía Vecinal.
Puede ser que la seguridad sea un elemento central para el desarrollo económico, también que el desarrollo económico lo sea para reducir los niveles de inseguridad. ¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? Al margen de la discusión académica, que asume posiciones de causalidad entre una y otra, se puede afirmar que existe una correlación entre seguridad y bienestar.
Entonces, es ineludible la importancia de la seguridad para el desarrollo y el bienestar, y la gran responsabilidad que tienen la sociedad y el gobierno para su fortalecimiento y preservación. Porque la seguridad no es solo responsabilidad del gobierno: es también responsabilidad de la sociedad, de las familias, de los vecinos. Todos contribuimos a la seguridad.
Idealmente, las personas no deben cometer faltas ni delinquir porque no es lo correcto. Pero vivimos en un mundo real en donde esto no ocurre y, por lo tanto, el Estado debe de sentar las bases para desincentivar toda conducta contraria a la ley que pueda afectar, en cualquier sentido, a una persona, a un grupo o a la comunidad en su conjunto.
En este sentido, la política pública de seguridad debe contener un fuerte componente social de prevención del delito. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) define la creación de confianza entre ciudadanos como “capital cívico”, el cual se fortalece a través de programas de educación, campañas de comunicación, tecnología cívica y mecanismos de co-gobernanza.
En Yucatán, el próximo gobierno deberá examinar los mecanismos de capital cívico impulsados desde la actual administración y, antes de sucumbir al intento de desecharlos, tendrá que fortalecerlos. Me refiero concretamente a tres: 1) El Programa Escudo Yucatán, 2) El Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (CEPREDEY) y 3) Los comités de Policía Vecinal.
De la Estrategia Escudo Yucatán es destacable la integralidad del abordaje de la seguridad en tres vertientes: 1) legislativa, que busca la actualización del marco jurídico en materia de seguridad y justicia penal; 2) de infraestructura, para fortalecer el equipamiento en tecnología de seguridad; y 3) de prevención social del delito, para fomentar la aplicación de políticas, programas y acciones que ataquen las causas del delito.
Abordando específicamente la tercera vertiente, gracias a Escudo Yucatán tenemos la capacidad de diagnosticar y abordar problemas que, sin la estrategia, serían de diagnóstico difícil. Por ejemplo: Escudo Yucatán en su “apartado” universitario, fomentó un programa de conferencias que fue la base para la identificación de la problemática de la porno-venganza y su posterior abordaje desde el entorno legislativo.
Por su parte, el CEPREDEY ha generado no sólo actividades de prevención en espacios públicos sino también, un mapeo pormenorizado de los principales polígonos de incidencia delictiva que permiten construir con una base territorial y de información, capital cívico de alta potencialidad.
Finalmente, los comités de Policía Vecinal fomentan la comunicación ciudadana por proximidad: el tejido social que antaño se daba orgánicamente en Yucatán y que, por el crecimiento demográfico, hoy se debe fomentar e incentivar desde el gobierno.
Yucatán goza de buenas condiciones de seguridad. Gracias a ellas, han sido posibles no solo la paz y la tranquilidad sino también el crecimiento económico como referente nacional e internacional en cuanto a calidad de vida y como una alternativa para turistas y personas que, en ocasiones, buscamos escapar de la delincuencia y criminalidad que nos impedirían disfrutar de una vida armónica y con posibilidades de bienestar para nuestras familias.
Tenemos que continuar con lo bueno y, sin duda, las políticas públicas de prevención que hoy gozamos deben permanecer y profundizarse. Se trata de mantener una visión de Estado muy por encima de los intereses particulares…a la altura y demanda de los ciudadanos.