Las autoridades mexicanas lograron un importante golpe al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con la captura de Jesús Enrique Prado Aguilar, alias “El Chaparrito”, quien fungía como uno de los principales operadores de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”, y jefe de plaza del CJNG en Colima. La detención se realizó en Mérida, Yucatán, como parte de un operativo conjunto entre fuerzas federales y locales, en un esfuerzo por debilitar la estructura del cártel en esta región clave.
“El Chaparrito” era considerado una de las figuras más importantes dentro de la organización criminal, encargándose de controlar las actividades ilícitas en Colima, un estado estratégico para el CJNG debido a su ubicación geográfica y acceso al Pacífico, lo que facilita el tráfico de drogas. Su captura representa un duro golpe para el cártel, que ha visto cómo en los últimos meses se intensifican los esfuerzos del gobierno mexicano para desarticular sus operaciones.
Las autoridades señalaron que “El Chaparrito” no solo coordinaba el tráfico de drogas, sino que también estaba involucrado en diversas actividades delictivas, como la extorsión y el secuestro. Su detención podría derivar en más arrestos, ya que se espera que proporcione información valiosa sobre la estructura y operaciones del CJNG.
La captura de “El Chaparrito” es parte de una estrategia más amplia del gobierno de México para combatir a las organizaciones criminales que han mantenido un control significativo en varias regiones del país. El CJNG, liderado por “El Mencho”, ha sido uno de los cárteles más violentos y poderosos en los últimos años, lo que ha llevado a un incremento en los operativos de seguridad en los estados donde tienen presencia.
Este arresto refuerza la determinación del gobierno federal de continuar su lucha contra el crimen organizado, y podría desencadenar un aumento en la presión sobre otros líderes del CJNG. Las autoridades continuarán con sus esfuerzos para capturar a más miembros de la organización, con la esperanza de desmantelar una de las estructuras criminales más peligrosas de México.
Su artículo es muy ligero, no dice el tiempo que este “chaparrito” Jarkin tenía viviendo en Mérida (2 años) no dice que la SSP fue excluida de este operativo, lo más seguro es que este narco vivía protegido (cuotas mensuales) en Mérida y trabajando a distancia. Hay más y no dudo que empiecen operativos de la SSP para tapar el ojo al macho.