En un sorprendente giro de los acontecimientos, Carlos Alcaraz, uno de los favoritos para conquistar el US Open 2024, fue eliminado en la segunda ronda por el neerlandés Botic van de Zandschulp, número 74 del ranking ATP. Esta derrota, inesperada para muchos, deja a Alcaraz reflexionando sobre un año complicado, lleno de éxitos pero también de desafíos.
El joven tenista español, quien llegaba al US Open tras haber ganado 15 partidos consecutivos en torneos de Grand Slam, vio truncadas sus esperanzas de convertirse en el tercer tenista en la historia en ganar Roland Garros, Wimbledon y el US Open en un mismo año, un logro que solo han alcanzado Rafael Nadal y Rod Laver. La derrota fue particularmente difícil de asimilar, ya que Alcaraz había demostrado un nivel de juego excepcional a lo largo de la temporada.
En la conferencia de prensa posterior al partido, Alcaraz compartió su frustración y autocrítica. “Siento que él jugó un gran partido. Pensé que me daría más puntos fáciles, pero tuvo pocos errores, lo que me sorprendió y desconcertó un poco”, comentó, reconociendo que su propio nivel de juego no fue suficiente para superar a un rival que, en teoría, debería haber sido más accesible.
Alcaraz también habló sobre las exigencias del calendario competitivo, señalando que su intensa actividad reciente pudo haber afectado su rendimiento. “Es realmente duro. He jugado muchos partidos recientemente entre Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Olímpicos. Me tomé un breve descanso después de los Juegos, pero quizás no fue suficiente”, explicó, aunque rápidamente agregó que no quería usar esto como excusa.
El US Open tiene un significado especial para Alcaraz, ya que fue el torneo donde conquistó su primer título de Grand Slam en 2022, convirtiéndose en el número uno más joven de la historia. Sin embargo, en esta edición, el reto fue más interno que externo. “Hoy jugué tanto contra mi oponente como contra mí mismo. Hubo muchas emociones que no pude controlar”, admitió, subrayando la importancia de mantener la calma y la claridad mental en situaciones de alta presión.
Finalmente, el joven tenista de El Palmar dejó claro que, a pesar de la decepción, esta derrota será una experiencia de aprendizaje. Alcaraz planea tomarse el tiempo necesario para reflexionar y ajustar su enfoque antes de sus próximos desafíos, asegurando que continuará trabajando para mejorar y regresar más fuerte.
Esta eliminación marca un momento clave en la carrera de Carlos Alcaraz, un recordatorio de que incluso los más grandes enfrentan derrotas, pero también de que es en esos momentos donde se forjan los campeones.
