Mundo Generacional, por: Edwin Carcaño Guerra.
Si hay algo vergonzoso en el siglo XXI es el paraíso
de los trabajadores. El legado de José Stalin es despreciable (Gracias a la
eterna lucha de los hombres libres “El Muro de Berlín” ya no existe).
Cuando empezaba la década de los noventa, en el siglo
pasado, el mundo volteó a ver a los regímenes totalitarios como escoria
histórica que no debía de volver a repetirse.
Sin embargo, entre la juventud que no conoció los
“Gulags” el entusiasmo por las ideas socialistas/populistas vuelve a resurgir.
El frente de batalla en los próximos años va a ser por
las instituciones y la tecnología. Así llegamos a Carlos Marx en el Metaverso.
Carlos Marx fue descendiente de rabinos judíos. Vivía
con una sensación de injusticia histórica y buscaba transformar el mundo.
Leía mucho y uno de los filósofos más influyentes fue
Federico Hegel. Leyendo a este pensador aprendió la “Dialéctica” y a partir de
ahí trató de explicar el mundo como una eterna lucha de clases.
La visión de Marx estaba muy limitada al plano
material y todo se medía a partir de lo que una persona tiene. Basándose en
este deseo de más pertenencias, las clases oprimidas peleaban contra las clases
en el poder.
El siglo XIX con sus avances tecnológicos iba, según
él, a terminar en una gran revolución.
Hay demasiados errores históricos en las predicciones
de Carlos Marx. Y, aunque la barbarie comunista terminó el siglo pasado, su
herencia continua.
Hoy vemos luchas intensas entre la sociedad: ricos vs
pobres, veganos vs carnívoros, ambientalistas vs contaminantes y la lista
sigue.
Hay puntos en los que ninguna comunidad estaría en
desacuerdo con Marx: salarios justos, igualdad y un mundo sin clases.
El problema es que los métodos que propone son a
partir de la violencia y el odio. Esta receta, promete seguir derramando
sangre. No creo que la generación
Millennial quiera esto.
La llegada de una realidad alternativa significa que
los conflictos se van a llevar al siguiente nivel. No hay que ver el mundo
virtual como un lugar hermoso y pacífico en donde todos son felices.
La presencia de Carlos Marx en el Metaverso promete
mantener viva la flama del conflicto. El reto es depurar el veneno marxista de
la violencia y partir de acuerdos basados en el respeto.
Los cambios positivos en la historia pueden proceder
de eventos pacíficos. La tolerancia, la justicia y la templanza deben de
prevalecer en todos los proyectos. Si no es así, entonces las guerras
culturales van a desencadenar en algo más difícil y complicado.
