El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, compareció este viernes ante Les Corts para explicar la gestión realizada durante la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a la región a finales de octubre. En su intervención, Mazón defendió las decisiones adoptadas por su gobierno y destacó la coordinación con las autoridades nacionales y locales para mitigar los efectos del temporal.
Mazón subrayó que, desde el inicio de la emergencia, se activaron todos los protocolos establecidos y se mantuvo una comunicación constante con los municipios afectados. Asimismo, resaltó la colaboración con el Gobierno central para movilizar recursos y personal de emergencia.
Durante la sesión, varios grupos parlamentarios cuestionaron la eficacia de las medidas implementadas y la rapidez de la respuesta gubernamental. En particular, se plantearon dudas sobre la tardanza en la emisión de alertas a la población y la coordinación con la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En respuesta a estas críticas, Mazón afirmó que “se actuó con la máxima celeridad posible dadas las circunstancias” y que “la prioridad siempre fue salvaguardar la vida de los ciudadanos y minimizar los daños materiales”. Además, anunció la creación de una comisión independiente para evaluar la respuesta a la DANA y proponer mejoras en los protocolos de actuación ante futuras emergencias.
La comparecencia de Mazón se produce en un contexto de creciente presión política y social, con manifestaciones recientes en Valencia que exigen responsabilidades por la gestión de la crisis. Organizaciones civiles y partidos de la oposición han solicitado una investigación exhaustiva sobre las acciones del gobierno autonómico durante el temporal.
La DANA que afectó a la Comunidad Valenciana dejó un saldo trágico de más de 200 fallecidos y numerosos daños materiales, situándose como una de las catástrofes naturales más graves en la historia reciente de España. La gestión de esta emergencia ha generado un intenso debate sobre la preparación y capacidad de respuesta de las autoridades ante fenómenos climáticos extremos.