Con el dedo en la llaga, por Yazmín Rodríguez Galaz.
Una vez encima los tiempos electorales, cada quien comienza por “hacer su lucha” para posicionarse en la disputa. Entre panistas, alguien que busca cómo sea insertarse en el ánimo de la opinión pública, es el ex alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha y lo mismo el presidente estatal de ese partido político, Raúl Paz Alonso.
En el PRI la situación no es del todo diferente; Algunos funcionarios y actores políticos ya han revelado sus intenciones de buscar algún nuevo encargo político, tanto en lo que a las alcaldías como diputaciones locales, federales y senadurías se refiere.
Es así como gente como Jésica Saiden Quiroz, Porfirio Trejo Zozaya y María del Carmen Navarrete Navarro, han declarado públicamente sus intenciones de competir por el PRI, en algún nuevo encargo. Otros más como el ex alcalde de Tekax, Fernando Romero Ayuso que desea competir para el mismo puesto y Nelson Lara Cabrera actual tesorero estatal.
Poco a poco priistas y panistas van alzando la mano para dar a conocer sus pretensiones políticas pero la realidad es que serán únicamente los partidos políticos son los que decidirán a quien postular y particularmente en el caso de la reelección en las alcaldías.
Las mujeres en esta jornada electoral del 2018, tendrán amplias posibilidades por aquello de la paridad de género a la que estarán obligados los partidos políticos.
El PRI y el PAN ya decidieron –en diferentes escenarios- que no buscarán consultar a su base militante y que se irán por la designación o “convención de delegados” en el caso del PRI, que les permitirá evitar un proceso interno.
Las dos principales fuerzas políticas ya experimentaron en carne propia lo desgastante y riesgoso que les resulta la elección directa.
“Fracturas, divisiones y enfrentamientos”, declaró claramente la Senadora del PAN, Rosa Adriana Díaz Lizama, y además al PAN le ha dado resultado esa fórmula porque le ha permitido ganar gubernaturas y alcaldías de capitales importantes.
En el reciente informe del presidente estatal del PAN, Raúl Paz Alonso declaró que le gustaría ser candidato a gobernador y hasta presidente de la República.
Barrera Concha por su lado, ha insistido en ser candidato del PAN a gobernador e incluso a la Alcaldía de Mérida, otra vez.
No obstante, también se le menciona como posible aspirante a una Diputación federal o hasta para el Senado de la República.
En ambos casos, priistas y panistas, andarán en mesas de negociaciones buscando ponerse de acuerdo para que las posiciones en disputa, queden repartidas en forma equilibrada.
La lógica indica que una distribución equitativa evitaría los enfrentamientos y los pleitos intestinos que merman las potencialidades de los propios partidos políticos.
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De golpe y porrazo
A la Directora de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Mérida, Cecilia Patrón Laviada, no le agradó que en la mesa de discusiones del PAN para la distribución de candidaturas se incluyera al ex alcalde meridano Renán Barrera Concha.
Dicen quienes le escucharon que la misma mujer –con bastantes faldas- cuestionó al ex edil su presencia en esas mesas.
El ex alcalde para evitar pleitos únicamente contestó que “tengo derecho” a estar en esas juntas y saber qué se decidirá.
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En tanto, en el puerto de Progreso ya hay versiones de que el PRI le apostaría a Lilia Frías como aspirante a la alcaldía de ese lugar o al Director de Pesca de Sagarpa, Ernesto Martínez Ordaz.
Lo que pasa –aseguran los priistas- que ahora, es decir en el 2018, es cuando tendrían chance de recuperar la alcaldía de Progreso, porque si la vuelven a perder a manos de la oposición, sería más difícil volver a ganar en este espacio que por años fue un reducto priista, muy priista.
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El Senador Daniel Ávila Ruíz anda pregonando que él fue el autor de que la CFE lograra modificar las tarifas en Mérida para cobrar menos a los usuarios de la ciudad capital del Estado.
Sin embargo, por otra parte, el gobierno del Estado, también se adjudicó la gestión que finalmente y como quiera que sea, beneficiará a los usuarios meridanos, aunque en realidad, pocos se acuerdan que fue Jorge Carlos Ramírez Marín, en su campaña para ser candidato a la gubernatura hace 6 años, quien recabó miles de firmas para entregarlas a la paraestatal, en donde se le pedía considerar las tarifas de energía eléctrica, precisamente, bajo el argumento de las altas temperaturas que se registran en Yucatán.
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Tanto Ricardo Béjar Herrera como Francisco Torres Rivas del PRI, son dos prospectos que han levantado la mano para decir que les interesaría la candidatura de su partido a la alcaldía de Mérida.
Ambos, uno delegado de la STPS y otro diputado federal, sin pena ni gloria, han sostenido reuniones con la estructura de su partido, para analizar qué tanto respaldo recibirían para ese proyecto político.
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De esto y más estaremos pendientes.
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