La Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos
para el Desarrollo de las Américas (CIDHPDA), en voz de su Comisionado para
América Latina y el Caribe, Víctor Hugo Gutiérrez Yáñez, manifestó que la
autonomía de las instituciones es necesaria para el ejercicio de la rendición
de cuentas y fortalecen la democracia de un país, como es el caso de México.
En la conferencia matutina del 11 de
diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que, antes de la
culminación de su mandato, enviará una iniciativa de reforma administrativa que
pretende desaparecer los organismos autónomos como el Instituto Nacional de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI),
el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de
Competencia Económica (Cofece). El presidente mexicano calificó a estos
organismos como “supuestamente autónomos” y que “no sirven para nada”, al
considerar que asisten solo a una minoría y no al pueblo en general.
El querer desaparecer Instituciones públicas y
autónomas es un golpe directo a la vida democrática, ya que estas acciones
violentan la participación del ejercicio público, ello da facilidades al
Ejecutivo para convertirse en una administración pública monárquica de un solo
hombre. Gutiérrez Yáñez manifestó que este tipo de acciones, como lo es
desaparecer el Derecho Humano al acceso de la información, protegido por el
Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, atenta contra
la transparencia y rendición de cuentas, actividades que son obligatorias para
un Gobierno democrático.
La descentralización facilita la rendición de
cuentas, dando como resultado una mayor confianza de la población hacia sus
instituciones, ya que estas, al estar en constante vigilancia, divulgan sus
acciones, aceptan las opiniones al respecto y atienden las preocupaciones de
los ciudadanos. De esta manera se conforma un verdadero Estado de derecho donde
las reglas para sus organismos autónomos son claras, aceptables para todos los
involucrados y se aplican de forma adecuada contra quienes infringen la ley.
No obstante, en algunos países, sobre todo
aquellos que están en vías de desarrollo, sus organismos autónomos tienen
reglamentos ambiguos y requieren un criterio de aplicación. Por otro lado, los
incipientes gobiernos democráticos se ven en dificultades sobre cómo manejar
los delitos de administraciones anteriores o gastan mucho tiempo y recursos
intentando limpiar al antiguo régimen mediante juicios penales.
El acceso a la información es necesario para
que los ciudadanos puedan fungir como control o contrapeso de la administración
pública, siempre y cuando esta proporcione la información pertinente sobre su
actuar. Para tal efecto es indispensable un medio que haga posible la
presentación de quejas y de protección contra posibles represalias.
Muchos países, sobre todo los desarrollados,
tienen mecanismos de rendición de cuentas y acceso a la información
independientes de las instituciones gubernamentales, por ejemplo, la Oficina
General de Rendición de Cuentas (GAO) en Estados Unidos o la Comisión de
Auditoría en la Gran Bretaña. En otras naciones como Hungría existe un
ombudsman que se ocupa de la protección de datos y la libertad de información;
si bien esta figura no tiene autoridad legal para resolver controversias,
utiliza la difusión para presionar al gobierno.
El INA ha sido objeto de constantes
descalificaciones por parte de la actual administración, sin embargo, este
organismo cuenta con un importante reconocimiento a nivel mundial. En abril de
este año, en el marco del XXIV Encuentro de la Red de Transparencia y Acceso a
la Información (RTA), conformada por autoridades de 18 países iberoamericanos,
se pronunció un mensaje de apoyo al INAI y se enfatizó la importancia de
garantizar que este instituto pueda desarrollar su labor de promover y proteger
los derechos humanos que tutela.
El Comisionado Presidente
de la CIDHPDA lamentó que México esté pasando por decisiones autoritarias cuya
intensión es hacer que el ejercicio público sea controlado por una sola
persona. Es importante remarcar que los equilibrios institucionales sobre la rendición
de cuentas en el quehacer público ayudan a mantener un equilibrio y evitan los
excesos al momento de ejecutar los proyectos gestionados por el Estado, los
cuales, llevados con irresponsabilidad, pueden quebrantar la estabilidad de un
país.
