De pleitos pleitos privados y ridículos públicos
Vaya que para más de uno las denuncias de narco política en Tamaulipas ha sido considerada como un ridículo del PRI y su presidente Manlio Fabio Beltrones.
Todos y cada uno de los candidatos expulsados del partido, a los que les retiró unilateralmente la candidatura, han salido a reclamarle a su ex partido y a exigirle haya denuncia formal y se presenten las pruebas en contra en los casos de las presidencias municipales tamaulipecas de Hidalgo, Mainero y Villagrán.
La realidad es que la candidatura de Francisco García Cabeza de Vaca ha desplazado por completo a su oponente del PRI Baltazar Hinojosa, impulsa por Luis Videgaray Caso.
En el caso Tamaulipas, Manlio jugaba con Marco Antonio Bernal cuya candidatura no cuajó por el poder del secretario de Hacienda.
En Tamaulipas se llegó al extremo de contratar a Antonio Solá, operador de Felipe Calderón y de las campañas del PAN en ese sexenio, y que ya había colaborado con Cabeza de Vaca en su aspiración pasada.
Nada parece funcionarle a Hinojosa, una pieza importante para las aspiraciones presidenciales del grupo de Videgaray, y la declaración de a quienes el PRI expulsaría por su relación con el crimen organizado Wenceslao Zuñiga Vázquez, candidato a presidente municipal de Hidalgo; Gustavo Estrella Cabrera, candidato de Villagrán y Luis Aldape Lerda, candidato de Mainero se interpretó más como un golpe interno para liquidar una campaña que no las trae todas consigo. Menos la simpatía del presidente del partido.
El tema escaló porque en Tamulipas Manuel Cavazos Lerma fue acusado de vínculos con el narco y a Tomás Yarrington y Eugenio Hernández ya los busca Interpol por lavado de dinero y otras actividades ligadas al crimen organizado.
Los gobernadores del PRI implicados y el actual gobierno no ha logrado esclarecer la muerte del médico Rodolfo Torre Cantú, cuyo hermano Egidio lo encabeza, cuando fue candidato de ese partido al gobierno local.
Vincular al panista con el narco en una entidad donde está acreditada la protección y la relación de al menos tres gobernadores priistas pareciera más un elemento de campaña en contra precisamente porque el candidato Baltazar Hinojosa fue secretario de Desarrollo Social y de Educación con Yarrington y alcalde de Matamoros con Eugenio Hernández.
Para más de uno Manlio opera contra el candidato de Videgaray, a quien vería como un opositor a su aspiración de ser candidato presidencial. Sin embargo, tampoco operaría a favor de Miguel Angel Osorio Chong quien, por si las moscas, registró su nombre como marca en un intento por resguardarlo por si llega a candidato presidencial.
El conflicto parecería parte de esa pugna soterrada que también se sostiene en Quintana Roo donde se habla del error de Manlio al dejar al ex gobernador Félix González quedarse con la nominación de Mauricio Góngora e incentivar el pleito con Roberto Borge al mismo tiempo que su principal oponente Carlos Joaquín pareciera crecer bajo el amparo de la primera línea de Los Pinos. Si Borge no colabora con Góngora, podría ganar Joaquín y responsabilizar de la derrota a los que lo apoyan desde el gabinete.
Así, mientras unos ven al PRI cometiendo “errores”, otros parecieran tener claro que asistimos a la pugna por el 2018 antes de llegar a él, en una clara demostración de que al menos Osorio Chong y Meade ya están perfilados con la bendición presidencial y de varios gobernadores, mientras Manlio trata de dar buenas cuentas pero también dinamitando opositores a su candidatura y amarrando lealtades para sus aspiraciones.
Las campañas en general no parecieran motivar mucho a los ciudadanos, pero la realidad es que el resultado del próximo 6 de junio definirá buena parte de un camino que todavía se ve cuesta arriba para varios aspirantes mientras Andrés Manuel López Obrador sigue caminando con todo el dinero de su partido y la propaganda que le da el ser el presidente del mismo; y Margarita Zavala que sin cargo, sin partido aún, también se coloca entre las tres personas más aventajadas para la contienda presidencial que cada día está más cerca.
Y desde el gabinete se ve a los interesados moviéndose en diferentes arenas, pero todos patrocinados por el presidente, su jefe, quien pareciera no tener muchos afectos formales sino un pragmatismo del que ya dio muestras varias veces.
En tanto, él recorre el país y recurre a medidas desesperadas en un intento de remontar esa baja popularidad que hoy no lo hace un atractivo electoral mientras el mal humor ciudadano se refleja todos los días.
