Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, ha expresado su respaldo a la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de pausar el diálogo con las embajadas de Estados Unidos y Canadá. Sheinbaum defendió la medida como una acción necesaria para preservar la soberanía nacional frente a las críticas que ambos países han hecho sobre la reforma al Poder Judicial. Según Sheinbaum, la postura del gobierno es fundamental para evitar injerencias extranjeras en los asuntos internos de México.
Sheinbaum subrayó que la reforma judicial es un asunto que debe ser decidido exclusivamente por el pueblo mexicano y las instituciones nacionales. También destacó que, aunque la relación con Estados Unidos y Canadá es importante, no se debe permitir que estas naciones influyan en la política interna de México.
Este apoyo de Sheinbaum refuerza la postura del gobierno de López Obrador, que ha buscado enfrentar lo que considera intentos de interferencia por parte de sus vecinos del norte. La presidenta electa ha sido una aliada cercana de AMLO, y su respaldo subraya la unidad dentro del movimiento político que lideran. La situación ha generado un debate intenso sobre el equilibrio entre la defensa de la soberanía y la necesidad de mantener relaciones diplomáticas estables con socios estratégicos como Estados Unidos y Canadá.
El respaldo de Sheinbaum también tiene implicaciones políticas a medida que se prepara para asumir la presidencia en 2024. Su posición en este asunto podría consolidar su base de apoyo entre quienes valoran la soberanía nacional como un principio fundamental de la política mexicana, al mismo tiempo que podría intensificar las críticas de quienes ven esta postura como un riesgo para la estabilidad económica y diplomática del país.
