Lunes 25 de marzo, 18:30 horas, después de caminar en el intenso sol, raja tabla; realizo breve descanso en una de las tantas cafeterías internacionales que usted conoce y de paso cotizan en NASDAQ, pido un rico late caliente y dos vasos con agua con hielo y ya sentado me dispongo a escribir para los lectores de La Revista Peninsular.
Primero, muchas felicidades a los miles de las y los estudiantes y académicos de todos los niveles quienes a partir de hoy iniciaron las vacaciones con motivo de la Semana Santa. Espero que aprovechen este lapso para reflexionar sobre sí mismos y sobre todo, de su futuro y todo lo que esto implica para alcanzar sus metas.
Segundo, lo que sucedió al tren Maya no debe tomarse a la ligera, especialmente cuando representa una de las obras simbólicas del gobierno que ya prepara maletas para dejar palacio nacional —aunque tiene esperanzas de continuar con Claudia Sheinbaum—.
La misma empresa del tren (sabemos operada por la SEDENA) emitió un comunicado explicando que ya se investigan las causas del porqué el cuarto vagón del tren D006 “experimentó una interrupción del flujo sobre la vía en la estación Tixkokob, Yucatán, sin registrar afectaciones humanas ni materiales”
Este hecho —apunta el comunicado— se registró al ingresar a la estación de Tixkokob, los 3 primeros vagones del tren DO06 pasaron un cambio de vías a una velocidad aproximada de 10 km/h, saliéndose de las vías el cuarto vagón.
Indicó que ante esta situación se procedió a evacuar de manera “rápida y segura” a los pasajeros y darles atención para continuar su viaje a Cancún y agregó que se formó una Comisión que realiza una investigación del hecho para determinar sus causas y prevenir cualquier situación similar que comprometa el servicio del Tren Maya.
Dicho lo anterior, considero que este suceso es una llamada de atención sobre la la seguridad del tren Maya, máxime cuando se trata de un transporte que es y será utilizado más bien (debido al costo de pasaje) más bien para turistas extranjeros que visitan las joyas de la naturaleza que hay en el Caribe y en la Península de Yucatán.
Por otra parte, el tema de las campañas electorales con miras a la elección de la primera mujer presidenta de México, se están calentando cada vez más y pondré aquí sólo dos ejemplos: el secuestro masivo de personas en el norte del país (“algo que es común”, según los gobernantes) y la rebelión de cientos de policías del estado de Campeche que piden a gritos la destitución de la titular de la seguridad en ese estado acusándola de abandonar a los elementos y actuar con prepotencia. Aquí diría AMLO que los polis son pueblo…pero relegado.
La gobernadora campechana removió varias fichas tratando de apaciguar a los elementos policiacos sin embargo de la ficha más importante, o sea, la titular, de seguridad al parecer se mantiene firme como una piedra de volcán.
Y ya que tocamos el tema de la seguridad, aquí en Yucatán tanto Renán Barrera Concha, candidato al gobierno del estado, como Rolando Zapata Bello, líder moral de los tricolores que gradualmente recuperan terreno,
ya dijeron que la alianza PRI-PAN se fundamenta en la construcción de una muralla que evite precisamente lo que hoy pasa en Campeche.
“Primero Yucatán”, es el lema utilizado para dejarle muy en claro al centralismo que aquí no es necesario utilizar lenguajes
populistas; el yucateco bien nacido sabe perfectamente lo que hace y además conoce a quienes realmente trabajan para beneficio de la comunidad, tanto de Mérida como de los 105 municipios del interior del estado. Estamos conscientes que hay muchos problemas económicos y sociales, no obstante, sabemos muy bien lo que se debe hacer para salir adelante.
Por el momento este es mi comentario. Les envío fuerte abrazo
