Por: Cristina Padín.
Cuando se acostara el sol aquel 14 de junio el niño ya se habría ido a dormir… y serían las 22.13 horas. Las adolescentes se habrían recogido muy tarde de la playa.. era la última semana del curso y los horarios ya no eran estrictos… y en aquel momento conversarían con su padre. Una tenía 14 años y la otra 15, una estaba enamorada y la otra no, las dos eran excelentes estudiantes, una se pintaba los labios de rosa y la otra de ocre.
Le contarían que en el arenal, justo debajo de casa, habían conocido a unos chicos africanos que viajaban por algo referente al fútbol. Habían hablado en inglés y les habían enseñado palabras en gallego. Ya sabían decir praia, Sanxenxo, bico, parabéns. Más tarde se habían encontrado con una pequeña sorda. Y su madre les había mostrado muchas cosas de la lengua de signos. Les pareció muy interesante y se apuntarían a un curso…
Y eso son las lenguas: cultura y comunicación
Las lenguas siempre son riqueza
A la lengua de signos
A mi querido, muy querido, Manuel
A Belén
A la cultura y a las personas abiertas
A mi querido Luis
A mi Sanxenxo
A cada atardecer de junio
A los M
Y a los valientes que hacen cosas bien hechas..
muchos de ellos gallegos..
