Con un clima extremadamente caluroso y una muy buena entrada en los tendidos, de las mejores en este serial, la tarde de este domingo concluyó la prestigiosa feria de Aguascalientes.
Se jugó un encierro jalisciense de Villa Carmela, fino y bien presentado al que lamentablemente le faltó fuerza y fondo. Por su nobleza, destacaron los corridos en primero, segundo y sexto lugar respectivamente.
El primer espada del cartel Diego Silveti, quien llegó a dar el cerrojazo a este serial, logró cortar la oreja más meritoria y de mayor peso en esta tarde de clausura.
Con el que abrió plaza, Silveti saludo a los tendidos con lances a pies juntos y media verónica que presagiaba una tarde importante.
Con la muleta, el diestro guanajuatense dejó ver su madurez, toreando de manera cadenciosa y templada, entendiendo a la perfección la embestida y la distancia del toro “incondicional” de Villa Carmela.
Aún y cuando el astado por el lado izquierdo no tuvo colaboración alguna. Silveti paciente y pensante, se dio gusto para torear por el lado derecho con asentamiento, largueza y temple. El público le esperó, y le jaleo con fuerza cada uno de sus muletazos.
Tras matar recibiendo y cobrar una gran estocada, el juez de plaza Cesar Pastor, le premió esta sólida actuación con una inobjetable oreja.
Con el segundo de su lote, un toro con escasa transmisión, estuvo voluntarioso. Tras un pinchazo y estocada se retiró entre aplausos.
El Peruano Andrés Roca Rey, una vez más, dejó ver su buen oficio y largo bagaje frente a sus dos enemigos. Con su primero un toro noble, aunque con escasas embestidas, consiguió muletazos de muy buen trazo por el lado derecho, por el pitón izquierdo solo quedó en intentos. Tras dejar una estacada baja, escucho algunos aplausos.
Con el quinto de la función, Roca Rey, exhibió su entendimiento a la embestida del toro mexicano y logró consumar derechazos de gran temple y manufactura, al tirarse a matar, al diestro peruano se le fue la mano, dejando otra estocada caída, que el Juez de plaza le premió con benévola oreja. Inteligentemente, Roca Rey, dio la vuelta al ruedo sin el apéndice para evitar los reclamos.
El joven torero de la Tierra, Luis David Adame, mantiene el hambre y el deseo de abrirse paso en esta complicada profesión. En ambos toros dejó ver sobradamente, sus habilidades con el toreo de capa.
En su primero, un toro con poco fuelle, Adame, tuvo una labor valiente pero intermitente por ambos pitones. Tras cobrar una estocada entera y delantera, el juez le entregó una oreja entre los reclamos del público.
Con el que cerró plaza, Luis David se esmeró con capote y banderillas, siendo fuertemente aplaudido en ambos tercios. Ya con la muleta estuvo empeñoso por ambos pitones hasta lograr muletazos con poca ligazón pero con temple y largueza. Tras dejar tres cuartos de acero tendido, el Juez de plaza Cesar Pastor no aguanto la presión y le premió excesivamente con dos orejas.
Al final del festejo, Luis David Adame salió en hombros, mientras que Silveti y Roca Rey eran despedidos con sendas ovaciones.
Fotos: Manolo Briones.