Por Yazmín Rodríguez Galaz
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TREMENDO AGARRÓN TUVO LUGAR ESTA semana entre el Senador del PAN, Daniel Ávila Ruiz y el presidente estatal del PAN, Raúl Paz Alonzo, por supuestos manejos, prebendas “o moches” mediante obras de constructoras en municipios de Yucatán.
El Senador, quien recientemente reveló que aspiraría a ser candidato del blanquiazul al gobierno de Yucatán en el 2018, posiblemente en una alianza con otros partidos, acusó a Paz Alonzo de ser un “lacayo” del PRI para preparar la “embestida” en su contra sobre supuestos cobros arbitrarios de su parte.
“Ya sé de dónde viene, de un lacayo del PRI, de Raúl Paz Alonzo”, aseguró el integrante de la Cámara alta en un programa radiofónico.
En el revire, Paz Alonzo negó que reciba “moches” y que se encuentre en la “nómina del gobierno de Yucatán”, como presuntamente evidenció su correligionario de partido.
Mal y de malas para el PAN y sus pretensiones, ya que en meses pasados también enfrentaron una guerra intestina que llegó a redes sociales, cuando el ex gobernador Patricio Patrón Laviada acusó al dirigente estatal y su ex cuñado de “no ser transparente” en las cuentas y manejos económicos que tiene el blanquiazul en Yucatán.
Luego hubo algo así como una “tregua” entre ambos porque acudieron a una gira con militantes panistas.
No obstante, las acusaciones sobre presuntos manejos irregulares del Senador panista son graves, ya que si hay algo que de siempre pregonan los panistas es que son puros, limpios y casi castos.
Al Senador Ávila Ruiz le propinan un serio puntapié con esas informaciones –que según él- vienen del mismo Paz Alonzo.
Al igual que le pasa al PRI, al PRD y demás partidos, la división interna y los enfrentamientos no le abonarán al PAN para el futuro político inmediato. Menos después de los resultados del pasado 5 de Junio en el que ganaron 7 gubernaturas en el país.
Lo ocurrido entre el Senador y su presidente estatal hablan del desborde que ya enfrentan a su interior y que las cacareadas ansias de unir de Paz Alonzo no han dado resultados del todo.
Y en paralelo, es público que Ávila Ruiz y la otra Senadora panista de Yucatán, Rosa Adriana Díaz Lizama quien también aspiraría a una próxima candidatura no se llevan y si se puede, se tropiezan entre sí.
Lo del PAN no sería raro a no ser porque los tiempos políticos ya se asoman y tendrán que empezar a trabajar pensando en las elecciones del 2018 cuando se renovará Presidencia de la República, gubernatura de Yucatán, 106 alcaldías –incluyendo Mérida- 5 diputaciones locales, 5 diputaciones federales y 2 senadurías.
Quiera que no, las llamadas “operaciones cicatriz” no son inmediatas y sin a unos meses de que deban trabajar en el proceso, están en pleito, reducirán sus potencialidades en el futuro inmediato.
Cuestión de seguirles la pista.
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PUES, COMO PRÓSPERO EMPRESARIO que es, el diputado federal del PRI, Liborio Vidal Aguilar, se permitió anunciar que su sueldo integro lo donará para causas a favor de la gente necesitada.
Se trata de nada más ni nada menos que de la honrosa cantidad de 86 mil 253 pesos cada mes.
Incluso pidió a la gente que opine en qué se podrá utilizar ese recurso.
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TRABAJADORES SINDICALIZADOS de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en Yucatán se sumarían a una huelga nacional de empleados indigenistas, si esa institución no aumenta el 10 por ciento a sus sueldos, ni mejoran sus prestaciones económicas.
Como se recordará, esa dependencia federal hizo recortes de personal de confianza el año pasado, por lo que los empleados sindicalizados son obligados a trabajar más horas y con horarios muy pesados por el mismo sueldo, por lo que exigen que se les incremente sus percepciones.
Señalaron que al gobierno no le conviene prender otro polvorín, por lo que está pasando a nivel nacional con la situación de los maestros.
Al respecto, el delegado de la CDI en Yucatán, Jesús Vidal Peniche, negó que le estén cargando la mano a los sindicalizados, y dijo que espera que las negociaciones lleguen a buen término, para que no estalle la huelga, lo que sería un golpe fuerte para esa institución y para las comunidades indígenas.
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EL ADOLESCENTE A.K.A. fue sentenciado a 10 años y siete meses de tratamiento interno en el Centro Especializado de Aplicación de Medidas para Adolescentes (Ceama), luego que se le encontró culpable de privar de la libertad a una mujer de la tercera edad, delito cometido hace unos meses.
La jueza Manuela Chiu Dorantes halló culpable a dicho joven en una audiencia que se llevó a cabo a mediados de mes, por lo que solo faltaba analizar cuál será la sentencia.
En un principio la Fiscalía General del Estado (FGE) solicitó la pena más elevada para un menor de edad, es decir, 15 años de tratamiento interno. Sin embargo, tras el dictamen que presentó un Comité Técnico Interdisciplinario, la jueza dictó que sea de 10 años 7 meses.
El otro adolescente implicado en el secuestro, de nombre R.V.G., no ha sido sentenciado, pues se ha amparado ante un juez de distrito.
Como se sabe, ambos menores fueron detenidos en marzo pasado, luego de secuestrar a la señora Gloria Margarita Oramas Jiménez, de 72 años de edad, a quien interceptaron a las afueras de un casino, para posteriormente llevarla a un motel ubicado al norte de la ciudad, desde donde pedían un millonario rescate a sus familiares.
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