Por Yazmín Rodríguez Galaz
El presidente Enrique Peña Nieto demostró una vez más que le gusta venir a Yucatán no solo a realizar eventos públicos, sino a practicar su deporte favorito, el Golf y sobre todo, acompañado de su amigo, Emilio Gamboa Patrón, coordinador parlamentario del PRI en el Senado de la República y quien en varias ocasiones lo ha invitado a visitar el exclusivo Country Club.
Pudiera ser que en tiempos no precisamente preelectorales, la visita pudo ser vista como una más, pero en esta ocasión, ante los tiempos que se avecinan, no pasaron desapercibidas las palabras de elogio y “cebollazos” al líder del “gamboismo” en el país y en Yucatán.
Mucho menos, si se toma en cuenta que el priismo a nivel nacional atraviesa por serios problemas y en Yucatán no es la excepción, porque ya anda en la búsqueda de un candidato que le permita retener la gubernatura del Estado.
El “joven Pablo”, como algunos ven al diputado federal Pablo Gamboa Miner, tiene cierta ventaja en la apuesta futurista por los cargos de elección popular, no sólo porque en su “estreno” como aspirante priista a la diputación federal en el 3er distrito federal que corresponde a buena parte de Mérida, sacó la elección en inmejorables condiciones, sino por su perfil joven, su cercanía y carisma lo colocan como un prospecto importante para el priismo.
De remate, en la pasada visita presidencial, quedaron más que claras las alianzas y simpatías entre el Presidente de la República y los Gamboa-Patrón, Gamboa –Miner.
Es claro que en el 2018 en la elección presidencial Peña Nieto será actor fundamental y aunque estará de salida, su peso como Primer Mandatario podría influir –indudablemente- en la toma de decisiones de los cuadros electorales, igualito que ya ocurrió en el Estado de México.
Si acaso, el actual legislador federal Gamboa Miner, quien hábilmente ya comenzó a bordar alianzas con los suyos y que sabe que tendrá sin lugar a dudas el respaldo de su padre, se le endilgaría su inexperiencia para llegar a mejores estadios, pero de que es ya uno de los prospectos importantes, lo es. No cabe duda.
Faltará ver también lo que ocurra en el Estado de México, en donde el también diputado federal, Jorge Carlos Ramírez Marín, tiene enorme reto como enviado exprofeso del mismísimo presidente de la República, para tratar de ganarle a Morena, que representaría un gran obstáculo para el priismo nacional.
Y aquí, en el terruño, cada quien hace lo suyo para encontrar la simpatía del gobernador Rolando Zapata Bello, que tendrá “mano” si no para poner, cuando menos para vetar al que pudiera ser el candidato priista a la gubernatura de Yucatán en el 2018.
Por lo pronto, lo que se está viendo es que al priismo local si le preocuparía no ganar la gubernatura del Estado y por tanto, ya andan diciendo que “con cualquiera, siempre y cuando nos garantice vencer al PAN, nuestro más cercano competidor”.
Así las cosas, y quieran o no, los tiempos preelectorales avanzan y las piezas o fichas comienzan a moverse, unos más y otros menos, y otras ya de plano, mejor se quedan quietas.
Y por otro lado, otro factor que influirá pero que en buena medida dependerá del mismo gobernador y del presidente estatal del PRI, Carlos Sobrino Argáez, será lograr la unidad que les permita salir airosos de esa jornada electoral que desde ahora, se observa bien complicada.
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De golpe y porrazo
El Programa Escudo Yucatán que ha permitido “blindar” en buena medida a la entidad en lo que a seguridad se refiere, anda “cayendo” en algún olvido por causas desconocidas. Como que está haciendo falta darle un nuevo impulso y no solo en las tareas preventivas o de participación activa en los organismos que trabajan en la seguridad, sino irradiarlo más aún entre la sociedad y los sectores importantes.
Gran parte del funcionamiento y éxito de ese proyecto, ha sido precisamente involucrar y hacer participar a la gente y ese punto, no debe perderse de vista.
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Todo un embrollo con la propuesta del gobierno Federal de pretender garantizar en el país que en todas las viviendas hayan mínimo dos cuartos para evitar el hacinamiento. Sin embargo en Yucatán, malestar e inconformidad ha causado ese proyecto y difícilmente podrá avanzar.
Realmente por cualquier razón, resulta ilógico condenar a una familia a vivir en espacios reducidos y más aún en un clima como el de Yucatán. Por cierto la senadora Angélica Araujo Lara, está en contra de ese proyecto, pues sabe bien como arquitecta, la inconformidad que esa situación causaría.
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El viaje a China del alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal, disgustó a varios de sus adversarios, particularmente a los regidores del PRI que comenzaron a llamarle “el alcalde multiviajes”.
Sin embargo, gente cercana al primer edil meridano, fue reiterativo al asegurar que ese viaje al oriente, “no le costó ningún centavo a las arcas municipales”.
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De esto y más estaremos pendientes…
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