Durante la conmemoración del 57.º aniversario de la masacre de Tlatelolco, los actos realizados en el Zócalo de la Ciudad de México derivaron en enfrentamientos que dejaron decenas de heridos y generaron tensión entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
La marcha, convocada por el Comité 68 Pro Libertades Democráticas, tenía como objetivo honrar la memoria de los estudiantes asesinados el 2 de octubre de 1968 y exigir justicia. Al llegar al Zócalo, la movilización se “encendió” con choques entre manifestantes y policías.
Las autoridades informaron que 18 personas requirieron atención médica en el lugar y que 6 fotógrafos resultaron heridos mientras realizaban su labor. Además, se reportó que entre los agentes de seguridad, “5 elementos de la policía resultaron con quemaduras y 37 con diversas lesiones provocadas durante los enfrentamientos”. En ese contexto, alrededor de 94 personas fueron detenidas.
En medio de los disturbios, hubo denuncias de agresiones a periodistas, quienes aseguran haber sido víctimas de “cargadas de la policía” que les habrían golpeado y dañado sus equipos. Algunos comerciantes también sufrieron saqueos y actos vandálicos por parte de grupos encapuchados.
Pablo Vázquez Camacho, titular de la Policía, declaró públicamente que no se investigará a todos los manifestantes: “no investigarán a los manifestantes, únicamente a quienes cometieron delitos durante la protesta”.
Este episodio, violento y controvertido, ocurre en el marco de una jornada que debería haber estado marcada por el recuerdo y la reflexión. El 2 de octubre de 1968 representa un momento trágico en la historia mexicana: la masacre de estudiantes en Tlatelolco, considerada un acto de Estado, continúa siendo objeto de reclamos de verdad y reparación.
