Con
el dedo en la llaga,Por:Yazmín Rodríguez Galaz.
Prácticamente
consumado todo lo relativo a la elección del pasado 1 de Julio en la que el
Partido Acción Nacional (PAN) logró recuperar la gubernatura del Estado que
obtuvo en el año 2001 y que había perdido en el 2007, además de obtener de
manera abrumadora la Alcaldía de Mérida y en otros 28 municipios más.
En
tanto el PRI, se enfrenta a uno de sus escenarios políticos más complicados en
los que a nivel nacional no le fue absolutamente nada bien, En Yucatán se
frustraron los pronósticos del mismo CEN del tricolor, que indicaban que de las
nueve gubernaturas en disputa este año, en el Estado sería la única para el
priismo y no fue así.
Probablemente
puedan darse algunas impugnaciones pero que no cambiarían en gran medida el
nuevo rostro electoral en que quedó Yucatán y de paso, la nueva realidad en la
que un partido como Morena que no había “prendido” gran cosa en la entidad, en
esta ocasión remontó distancias y hasta su candidato presidencial Andrés Manuel
López Obrador, venció en la tierra del Faisán y del Venado, algo que se veía
dificultoso.
Por
otro lado y de entrada, tras recibir su constancia de mayoría como gobernador
electo, el panista Mauricio Vila Dosal, mostró un tono conciliador hacia sus
seguidores y los que no lo fueron. Por principio ya advirtió que no habrá
“cacería de brujas” y a la burocracia estatal también le dijo que dado su
estilo, trabajará con personas que sean capaces independientemente de
filiaciones partidistas o colores.
Y
por tanto, que no habrá despidos masivos en la estructura del gobierno del
Estado; Y todo ello seguramente tendrá que ver con que en su primera
gubernatura-con Patricio Patrón Laviada- lo primero que hizo el PAN fue correr
al personal de gobierno que –según ellos- “olía a PRI”.
Cinco
años y meses después, la misma gente le cobró esa factura, regresando a las
simpatías del PRI con la entonces candidata Ivonne Ortega Pacheco (2007).
A
diferencia de esa época, en esta ocasión, Vila Dosal muestra otro rostro-al
menos de entrada- sobre cómo actuará una vez que se haga cargo de la silla
gubernamental lo cual ocurrirá el próximo 1 de octubre.
Por
otro lado, en el caso de Mérida, el panista Renán Barrera Concha, superó las
expectativas en su elección y venció al PRI por más de 70 mil votos de
distancia, cifra que hacía años no se presentaba entre esas dos fuerzas políticas.
Hasta
el ex candidato del PRI a la Alcaldía de Mérida, Nerio Torres Arcila –a quien
muchos cuestionaron en su momento- sacó menos desventaja ante el propio Vila
Dosal en el 2015, al perder por 10 a 12 mil votos de diferencia.
En
esta ocasión, Víctor Caballero Durán fue el priista que recibió una auténtica
losa de votos sobre sus espaldas en lo que fue un claro rechazo al priismo en
la ciudad capital del Estado.
Y
sin ser muy profundos, solamente habrá que revisar cómo quedaron las
candidaturas a diputados locales en Mérida. El PRI solamente ganó una y a duras
penas, la del 7º. Distrito y por un margen de 380 votos aproximadamente.
Candidaturas
que independientemente de los perfiles –muchos rostros nuevos y sin gran
trabajo que les precediera- la realidad es que en Mérida, el priismo tuvo una
espantosa votación en su contra.
De golpe y
porrazo
Triste
la realidad para muchos priistas –sobre todo los líderes- que pareciera que no
tomaron en cuenta que para retener la gubernatura del Estado, era indispensable
competir con fuerza en Mérida, porque los votos de los municipios del interior
ya no le son suficientes.
Para
ganar la gubernatura, el priismo tendría que haber sacado una regular votación
en Mérida, probablemente con una nueva
derrota en la ciudad capital pero con una desventaja no tan amplia en relación
a su más cercano adversario el PAN.
Ahora
resulta que el PRI estuvo a punto de quedar en tercer lugar en Mérida y ante el
crecimiento de Morena.
Y
muchos ahora se preguntan. ¿Y Qué?… ¿No sabían?
Pues
agárrense de las manos, pues con el proyecto del virtual presidente electo,
Andrés Manuel López Obrador y la descentralización de dependencias federales a
lo largo y ancho del país, la Semarnat vendrá a establecerse a Mérida, lo cual
implicará la llegada de más gente de fuera.
Y
es que las últimas cifras del INE hablaban de cerca de 200 mil nuevas personas
que han llegado del 2015 a la fecha a vivir a Yucatán.
O
sea que por un lado, atractivo Mérida y Yucatán para gentes de otras partes del
país, pero también en riesgo de saturación para quienes aquí nacieron y
crecieron y aquí viven. Pero son cosas que deja la democracia, no que no?
Pues
la única fórmula ganadora de mayoría que
tuvo el PRI en el país, fue la de Yucatán del diputado federal con licencia
Jorge Carlos Ramírez Marín y Verónica Camino Farjat, quienes le ganaron a la
del PAN integrada por Raúl Paz Alonso y Ana Rosa Payán Cervera, en esta última,
el rechazo del elector fue tajante hacia Paz Alonso pese al esfuerzo de la dos
veces ex alcaldesa de Mérida.
Ramírez
Marín y Camino Farjat serán parte el 1 de septiembre de una histórica minoría
del PRI en el Senado de la República.
