Por Baltasar Barbolla
CDMX.- Esta semana me di cuenta de una alarmante realidad. No importa cuánto trate el equipo de presidencia de normalizarlo, es demasiado evidente. Me di cuenta que puedo listar más de diez renuncias que se han dado en la actual administración, de las cuales seis ocurrieron en el último mes. La realidad pesa más que cualquier estrategia de comunicación, y las grietas del gobierno federal ya son inocultables. – introdujo la jurisconsulta, mientras cumplíamos como cada semana en reunirnos al menos un rato para discutir la situación nacional, en Sanborns Lafragua.
– Recuerdo que el fin de semana pasado ocurrieron un puñado de renuncias que fueron diluidas por las demás notas nacionales, como el trato migratorio con Estados Unidos, pero más de diez renuncias se me hace una exageración. – comentó una voz de la mesa.
– Ninguna exageración, y te lo demostraré. La primera que recuerdo fue a mediados de febrero, la ex panista Clara Torres renunció como directora de Políticas Sociales de la Secretaría de Bienestar.
– Leí que renunció por los recortes a las estancias infantiles del gobierno federal. – complementó la empresaria.
– Así es, al renunciar dijo que seguiría trabajando por las estancias infantiles pero desde la iniciativa privada. – confirmó la abogada, y continuó – Después, el doce de abril, por motivos “estrictamente personales” renunció el subsecretario de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo; sobre ésta renuncia no pareció haber conflicto alguno. Posteriormente, el treinta de abril, Patricia Vázquez del Mercado anunció que renunciaría, por motivos personales al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación; días después dicho instituto desapareció por la nueva reforma educativa.
– Me imagino que la siguiente renuncia, antes que empieces con las seis del último mes, es la de Patricia Bugarín como subsecretaria de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Si no me equivoco, renunció a mediados de mayo. – indagó la reportera.
– De hecho, el quince de mayo. Al parecer fue por situaciones familiares y de salud, pero es una renuncia importante por tratarse de un puesto relevante del aparato de seguridad del país. – continuó la abogada – Ahora, mencionaré las renuncias ocurridas en el último mes. Hace exactamente un mes renunció el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Germán Martínez.
– Esta, aparte de ser la primera renuncia de alto nivel, es la más importante por el mensaje que difundió al partir. En su carta de renuncia, publicada en los medios oficiales del IMSS, describe a detalle la crisis de salud por la que atraviesa el país, y denuncia las acciones neoliberalistas tomadas por Hacienda que impiden garantizar los servicios correspondientes a los mexicanos. – opinó el editorialista.
– Estoy de acuerdo con que esa fue la renuncia más importante, pero la de mayor nivel ocurrió cuatro días después al renunciar Josefa González Blanco, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales. – presentó la abogada.
– En un momento pensé que esta renuncia fue para quitarle impacto mediático a la de Germán Martínez. Considero que la razón por la que renunció la ex secretaria es un tanto burda, y el desempeño que tuvo en la secretaría fue mediocre, lo que la hacía un elemento prescindible.
– Si fue por estrategia, en su momento pareció factible, pero dudo que el equipo de presidencia pudiese prever la cantidad de renuncias que seguirían. – pensó la jurisconsulta – A principios de junio, presentó su renuncia Guillermo García Alcocer, titular de la Comisión de Regulación Energética, quién dijo tener una visión incompatible con el proyecto de la cuatrote.
– No fue sorpresa para nadie. La administración de López Obrador emprendió una cacería de brujas contra este personaje y, básicamente, lo hostigaron hasta dejar el cargo. – reprochó el escritor.
– Siguió la renuncia de Jaime Rochín como comisionado ejecutivo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, básicamente por las mismas razones que Germán Martínez, por incompatibilidad de su visión con el proyecto nacional y por falta de recursos. Le siguieron, ambos el catorce de junio, el titular del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén López, y el Director de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, Héctor Gandini. – prosiguió la jurisconsulta.
– En el caso de Guillén López, nadie nos tiene que decir por qué renunció. Después de los compromisos que adquirió el Secretario de Relaciones Exteriores en las negociaciones con Estados Unidos, desempeñando facultades que le competían al Instituto de Migración, no es extraña la renuncia. La cereza en el pastel fue el presidente declarando que les daría nacionalidad mexicana a todos los niños inmigrantes. Me puedo imaginar que Tonatiuh Guillén no tendría problema cediendo el cumplimiento de tal compromiso a otra persona. Respecto a Héctor Gandini, es el único de los que mencionaste que, de verdad, renunció en buenos términos. Algunos medios sugieren que renunció para integrarse al nuevo equipo de trabajo del IMSS. – intervino el político.
– Las últimas renuncias de las que hay registro son las de Andrew Rhodes y Sergio Sánchez, quienes se desempeñaban como el director de Comisión Natural de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y subsecretario de Gestión Ambiental. Ambos designados por la ex secretaria Josefa González. – concluyó la abogada – Todo parece indicar que estas renuncias no fueron voluntarias, pues hay reportes que indican que se les pidió que las presentarán, presuntamente, para tener gente de confianza en áreas que trabajan activamente en las revisiones de las Manifestaciones de Impacto Ambiental de los proyectos federales.
– Gracias por tu valiosa aportación, amiga abogada. Por semanas hemos reflexionado sobre cómo las renuncias son síntomas de las crisis que vive el país, y ahora que has presentado todas de esta manera, es tan claro como el agua. Por eso debemos estar atentos a estas, pues debido a que han sido tantas, pierden el impacto mediático que deberían tener y es más fácil que pasen desapercibidas. Por ejemplo, las últimas dos que mencionaste apenas tuvieron difusión
– Se agudiza la crisis energética del país, – comentó la reportera – el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) declaró estado de alerta operativa en la Península de Yucatán este pasado lunes debido a la insuficiencia para cumplir con la demanda requerida en la zona de junio a octubre. De acuerdo al reporte que publicaron, las razones son el desabasto de combustible y la deteriorada infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad. Al día siguiente, mediante comunicados publicados por la CFE, se retractaron de la declaratoria de emergencia declarando que la información con la que contaban no era vigente, contribuyendo aún más a la incertidumbre que vive el país.
– El Senado llamó a comparecer al titular de la CENADE para esclarecer lo ocurrido. Una declaratoria de emergencia no se decreta a la ligera, y no es secreto para nadie que han habido apagones masivos en esta zona. La aclaración crea más preguntas que respuestas. Vale la pena reflexionar sobre si hubo presiones para que en veinticuatro horas se haya retractado el Centro de Control de Energía sobre lo declarado, pues el primer reporte dejó en evidencia a muchos políticos. – dijo la empresaria.
por la falta de gas e insuficiente infraestructura de la comisión de electricidad. Tanto el presidente como la comisión negaron rotundamente estas declaraciones y anunciaron que emprenderían investigaciones en Yucatán por posible sabotaje a la comisión, lo que según ellos, estaría ocasionando el malfuncionamiento en estos estados. A tres meses de esto, no hay declaraciones sobre el presunto sabotaje que den la razón a Andrés Manuel y a Barlett, pero si hay un reporte técnico emitido por una autoridad energética que da la razón a García Alcocer.
– Un reporte sin fundamento. Además, el primer reporte de la CENACE indica que el desabasto de combustible fue ocasionado por la explosión de la plataforma marina Abkatun Alfa de Pemex hace tres años, Andrés Manuel ni era presidente. A parte, los apagones en esta época se han dado en la península por años. Yo no considero adecuado atribuirle la responsabilidad del desabasto a la actual administración. – estableció el consultor.
– Los apagones han ocurrido durante años, pero es hasta ahora que se requiere declarar estado de emergencia. Tal vez la explosión de la plataforma no haya ocurrido en tiempos de AMLO, pero ya son un par de años que se había operado a pesar del desabasto; además, la actual administración lleva en funciones más de medio año, tiempo suficiente para trabajar en alguna solución al problema. Tampoco es culpa de la actual administración el estado de la infraestructura eléctrica, pero es su obligación hacer los ajustes necesarios y proveer los servicios que le corresponden, también para eso se les eligió. Los reproches son válidos porque la administración federal ha demostrado que en vez de escuchar para mejorar, toma como ataques personales las manifestaciones de expertos ejerciendo sus labores.
– Aún si fuese cierto, el CENACE ya argumentó su nueva postura, y aclaró la situación de la infraestructura eléctrica. Los argumentos están sobre la mesa. – contestó el analista.
– A mí se me hace extraño que el CENACE justifique su aclaración con planes a futuro de la CFE para incrementar la oferta de combustible. Entonces, si la CENACE dice que su información no era vigente al emitir la alerta por no considerar los planes a futuro, parece ser que debo revisar mi concepto de vigencia. – reflexionó el editorialista.
– La realidad hará ver quién tiene la razón. Si persisten los apagones o suben las tarifas de luz, será claro que efectivamente estábamos ante un estado de emergencia energético, y por motivos mediáticos se retractó.
– Veo complicado que persistan los apagones. – comentó un ingeniero perito en el tema que nos acompañaba en la mesa. – Más por el costo político que representarían, que por la posibilidad que pasen. Por la actual infraestructura existe el riesgo que suceda, como han ocurrido en meses pasados, pero seguramente será resuelto tomando medidas, que desgraciadamente, les costarán a los ciudadanos. Una de ellas es cambiar de gas a diesel, como se mencionó en el segundo comunicado del CENACE que ocurrió en la Central de Ciclo Combinado Mérida III, pero el uso de este combustible encarecería el servicio de luz hasta cinco veces lo usual. Otra alternativa es comprar energía en otros lugares, como Estados Unidos, y transportarla a la península, pero los gastos de logística de esta medida serían altísimos. Hay las formas de solucionar el desabasto, pero a expensas del bolsillo de las personas.
– Sobre esto, el Concejo Coordinador Empresarial de Yucatán publicó un comunicado sobre la declaratoria de emergencia en el cuál expresa su preocupación por el impacto que genera el desabasto de gas y energía en el desarrollo de la región, propone como solución el desarrollo de energías renovables y el diálogo, pide un alto a las afectaciones a los yucatecos, hace un llamado en contra de la incertidumbre que caracteriza la actual administración. – mencionó la empresaria.
– Parece que para la temporada de verano y huracanes de la Península de Yucatán será necesario incluir al paquete de compras una planta de energía y paneles solares, o nos tocará afrontar los extremos calores sin ayuda. – lamentó un yucateco de la mesa.
Llegó a nuestra mesa una noticia referente al controversial proyecto de la administración federal, el Tren Maya:
– El director del Fondo Nacional del Fomento al Turismo, Rogelio Jiménez Pons, anunció que se hizo un cambio en el trazo de lo que sería el trayecto del Tren Maya. Originalmente se tenía planeado que estuviese conectado de Valladolid, Yucatán a Cancún, Quintana Roo; pero se hizo el cambio correspondiente para que el trazo uniera a Valladolid con Tulum, Quintana Roo. Esta modificación representa un recorte en el trayecto de sesenta y cinco kilómetros, y un ahorro de hasta siete mil millones y medio de pesos. Este cambio también permitirá retomar los estudios técnicos que se hicieron durante el sexenio pasado, para el fallido tren transpeninsular. El titular del Fonatur dijo que podría haber otros cambios, pero serían mínimos. – informó la reportera.
– Estos cambios solo generan más incertidumbre en el sector, prueba de esto es que el ejecutivo yucateco manifestó no tener información sobre el cambio y el Consejo Coordinador Empresarial de Yucatán se abstuvo de hacer comentarios hasta que se presente el proyecto final. Después de la publicación del reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad que deja en evidencia la inviabilidad del proyecto por una deficiente planeación previa, muchas voces se manifestaron contra este. Ojalá estas voces se organicen y actúen para la correcta implementación, o cancelación, del Tren Maya, como ahora se organizan contra el aeropuerto en Santa Lucía.