La liberación de archivos vinculados al caso del financiero condenado por delitos sexuales Jeffrey Epstein por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos ha desencadenado una fuerte controversia política y mediática debido a la desaparición de múltiples documentos y fotografías, entre ellos una imagen en la que aparece el expresidente Donald Trump, lo que ha generado acusaciones de encubrimiento y cuestionamientos sobre la transparencia del proceso. La primera tanda de documentos fue publicada conforme a una nueva ley que obliga al gobierno federal a hacer públicos los expedientes relacionados con Epstein, pero menos de un día después de su publicación, al menos 16 archivos que habían estado disponibles en la página web oficial dejaron de estar accesibles sin una explicación formal por parte de las autoridades. Entre estos archivos eliminados estaba una fotografía que mostraba una serie de imágenes, incluida una en la que aparecen Trump, Epstein, Melania Trump y la asociada de Epstein Ghislaine Maxwell. La ausencia abrupta de estos archivos ha generado críticas tanto en medios de comunicación como en el ámbito político estadounidense, incrementando las tensiones sobre la apertura y manejo de la información.
Las críticas surgieron con fuerza desde filas del Partido Demócrata, donde figuras como el congresista Jamie Raskin han señalado que la retirada de estas fotografías podría constituir un intento de ocultar información sensible sobre Trump y otras personas prominentes que aparecen en los archivos liberados. En entrevistas con la cadena CNN, Raskin afirmó que la desaparición de la imagen emblemática sugiere que existe material que “Donald Trump no quiere que salga a la luz”, ampliando la percepción de que la publicación de los documentos no ha sido completamente transparente. El senador demócrata Chuck Schumer calificó el suceso como un posible “encubrimiento” de gran magnitud y ha exigido explicaciones claras sobre las razones detrás de la censura y la eliminación de contenido.
El propio Departamento de Justicia emitió una defensa de su acción señalando que los archivos fueron retirados como parte de un proceso continuo de revisión para ajustar las redacciones y asegurar que no se violen las leyes de protección de la privacidad de las víctimas. Las autoridades explicaron que seguirán revisando y, cuando sea necesario, ocultando o modificando materiales conforme reciban información adicional. Sin embargo, esta declaración no ha logrado apaciguar las sospechas de politización en el manejo de los archivos, especialmente dado que el expresidente Trump fue conocido en el pasado por su relación social con Epstein antes de que este último fuera arrestado y condenado.
El debate también ha involucrado a representantes republicanos críticos de las decisiones del Departamento de Justicia, como el congresista Thomas Massie, quien ha argumentado que la eliminación de archivos viola tanto el espíritu como la letra de la ley aprobada por el Congreso que exige la publicación exhaustiva de los documentos relacionados con el caso Epstein, salvo aquellos que contengan información que pueda identificar a las víctimas. Esta exigencia normativa fue impulsada por miembros de ambos partidos como una medida para aumentar la transparencia sobre las actividades de Epstein y sus contactos antes de su muerte, oficialmente declarada como suicidio.
Además de las cuestiones políticas, la controversia ha reavivado las discusiones sobre la responsabilidad histórica en el manejo de casos de abuso sexual y tráfico de menores, en particular en torno al círculo social de Epstein, que incluyó a figuras de alto perfil como Bill Clinton, Mick Jagger y Michael Jackson, cuya presencia también fue evidenciada en los archivos inicialmente publicados. La amplia censura de páginas dentro de los documentos, con secciones grandes tachadas o completamente ocultas, ha alimentado además teorías de conspiración y desconfianza sobre qué otros materiales podrían estar siendo deliberadamente retenidos del escrutinio público.
En respuesta a las crecientes exigencias de transparencia, líderes demócratas en la Cámara de Representantes como Hakeem Jeffries han solicitado que el Departamento de Justicia proporcione por escrito una explicación detallada al Congreso sobre las razones específicas para la retención y eliminación de documentos, con un plazo establecido para su entrega. Este requerimiento formal subraya la tensión entre la necesidad de proteger la privacidad de las víctimas de delitos sexuales y la obligación del gobierno de rendir cuentas ante el público y sus representantes electos en asuntos de interés público.
La controversia alrededor de los archivos de Epstein y la desaparición temporal de documentos con imágenes de figuras prominentes como Trump continuarán siendo tema de debate público y político en Estados Unidos, con posibles implicaciones para la percepción pública de la justicia y la transparencia gubernamental en casos de alto perfil que involucran a personas poderosas.


