En la entidad se tienen en producción 17 mil 756 hectáreas de sorgo, cuyo valor comercial se estima en más de 158.6 millones de pesos, por lo que se tienen en marcha políticas, estrategias y tácticas para protegerlas del pulgón amarillo, mediante organismos benéficos como la Chysopa, y hongos entomopatógenos, con lo que se reducirá el uso de insecticidas, aseguró el subsecretario de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), Adolfo Aispuro Verdugo, durante una reunión de coordinación para el manejo integrado de la plaga.
Destacó que el pulgón amarillo fue detectado por primera vez en la entidad el año pasado y se previó que incidencia comenzara registrarse en 2016, por lo que el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, tomando en cuenta que el sorgo constituye uno de los cultivos más rentables e importantes para la economía de los productores, instruyó al titular de la SDR, Armando Constantino Toledo Jamit, para establecer las medidas necesarias a fin de combatirlo y reducir el riesgo de un impacto negativo.
Recordó que el principal hospedero del pulgón amarillo es el zacate Johnson, que existe en la mayor parte de la entidad, por lo que los productores, con el respaldo del personal técnico, deben estar preparados para combatir la plaga con organismos benéficos.
Con ese fin, el Gobierno del Estado, en coordinación con la Sagarpa, tienen en marcha una campaña que “será el parteaguas de las acciones de control y manejo en general del insecto”.
De acuerdo con la estrategia diseñada para el combate de la plaga, a nivel regional participarán la SDR, los ayuntamientos, la Delegación de la Sagarpa, e instituciones como el ITA, Colpos y Cesavecam. Y en renglón particular tomarán parte los productores de sorgo, personal técnico, proveedores de servicios, etc.
Aispuro Verdugo precisó que la SDR Y SAGARPA promoverá la organización de los productores y proveedores de insumos y servicios, para integrar acuerdos sobre fechas de siembra, destrucción de rastrojos y evitar desfases de los estados fenológicos del sorgo, a fin de evitar el incremento poblacional del pulgón amarillo.
