Construyendo, por: Raúl Asís Monforte González.
Ante
las numerosas revisiones a la baja del pronóstico de crecimiento económico de
nuestro país, por parte de instituciones financieras nacionales y extranjeras,
el presidente de México, Lic. Andrés Manuel López Obrador, ha reiterado con
insistencia que el crecimiento económico no es lo importante para un país, sino
su bienestar.
Muy
poco faltó para que yo estuviera totalmente de acuerdo con nuestro presidente
al haber hecho tal aseveración, de hecho, solamente le hicieron falta 5 letras,
puesto que tendría toda la razón si hubiera afirmado que el crecimiento del PIB
no es lo único importante. Yo celebraría y festejaría con ánimo
exaltado, si en lugar de utilizar esta frase como pretexto para justificar el
nulo crecimiento, presentara su propio modo de evaluar eso que él llama
bienestar y nos convenciera a todos con datos certeros y no con “los otros datos”
que él siempre parece poseer, de que efectivamente esos indicadores que miden
el bienestar, son tan buenos como para despreciar el crecimiento.
Algo
similar hizo en 1972 Jigme Singye Wangchuck, en ese entonces rey de Bhutan, quien,
cansado de las críticas a la pobreza imperante en su reino, propuso (el sí) establecer
un nuevo índice llamado Felicidad Nacional Bruta, basado en 4 pilares:
promoción del desarrollo económico sostenible e igualitario, preservación y
promoción de valores culturales, conservación del medio ambiente, y el
establecimiento de un buen gobierno. Hoy, el pequeño reino de Bhutan, es el
país con mas rápido crecimiento del PIB en el mundo entero, aún mide la FNB, es
el único país que lo hace, pero también dio importancia al crecimiento
económico. Entre 2007 y 2017, su riqueza creció en promedio un 7.6% anual, y en
el mismo período casi erradicó la pobreza al bajarla del 8% al 1.5%.
Del
mismo modo, Escocia, Islandia y Nueva Zelanda, decidieron en el año 2018,
desafiar la generalizada medición del PIB como la más importante medida de lo
exitoso que es un país, e integraron la red de Gobiernos de la Economía del
Bienestar, la cual se enfoca en factores como el salario igualitario, el
cuidado infantil, la salud mental y el acceso a espacios verdes públicos. Estos
3 países señalan que no debe buscarse el crecimiento económico a toda costa,
reconocen su importancia, pero aclaran que no es lo único importante.
Pero
ninguno de estos tres países desprecia el crecimiento, o pretende sustituirlo
con un supuesto bienestar que se postula de modo ambiguo, del cual no existe
una propuesta de medición objetiva, que no es explicado de manera formal y que
se diluye en los discursos públicos de cada mañana.
El
PIB de Islandia creció 6.6% en 2016, y 4.8% en 2017 y 2018, y el PIB per cápita
creció 17.4%, 16.8% y 2.6% respectivamente en esos mismos 3 años. Nueva Zelanda
por su parte, creció en 2018 un 2.8%, cifra que parece modesta, pero
consideremos que 15 de 16 ramas económicas crecieron y solamente una, la
minería, tuvo una brutal caída del 20%. ¿Cuánto tuvieron que haber crecido las
demás para haber alcanzado un promedio general final del 2.8%? Además, la
minería es una industria con severas afectaciones al medio ambiente, de modo
que esa caída no tiene del todo implicaciones negativas.
En
Escocia, donde economistas independientes habían advertido que el desorden del
Brexit impactaría con severidad su tasa de crecimiento, se registró en 2018 un
incremento de su riqueza nacional de un 1.4%, impulsado principalmente por sus
industrias de la construcción y de servicios, además de que lograron alcanzar
la tasa de desempleo mas baja de su historia. Voceros del gobierno señalaron
que apoyar a las empresas y los empleos, es su más alta prioridad.
Por
otro lado, no creo que sea casualidad que estos tres países, que están dando al
mundo un ejemplo de cómo impulsar verdaderamente el bienestar de sus
habitantes, tengan en el cargo de Primer Ministro a mujeres, con Nicola
Sturgeon en Escocia, Katrín Jakobsdóttir en Islandia y Jacinda Ardern en Nueva
Zelanda.
En
consecuencia, muchos millones de mexicanos daríamos una entusiasta bienvenida a
la implementación de políticas públicas en nuestro país, que eliminen la
incertidumbre, restablezcan la confianza y generen un entorno favorable al
desarrollo de los negocios, abonen al crecimiento del empleo y resulten en un
incremento de la riqueza nacional; pero que además esa riqueza se destine a
cimentar y fortalecer los pilares de lo que los mexicanos valoramos más como
factores de bienestar, como la educación, la salud, la seguridad, la protección
de nuestros recursos, el acceso a espacios públicos de calidad, y la cultura.
Raúl Asís Monforte
González
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Asís Monforte González. Todos los derechos reservados
Mérida, Yucatán a 10 de agosto
de 2019
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