Las fuerzas rusas han intensificado su contraataque en la región de Kursk, en respuesta a la incursión ucraniana que comenzó en agosto de 2024. Según diversas fuentes, el ejército ruso ha logrado recuperar algunas áreas previamente controladas por Ucrania, aunque el avance ha sido limitado y se enfrenta a una fuerte resistencia de las tropas ucranianas.
Las autoridades rusas informan que su ejército ha recuperado al menos diez localidades en Kursk, incluyendo Snagost, convertida en un importante puesto fortificado por las fuerzas ucranianas. Además, se estima que han recapturado alrededor de 58 kilómetros cuadrados, aunque fuentes rusas han afirmado que el territorio recuperado podría ser mayor.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reconoció la ofensiva rusa, pero minimizó su éxito, afirmando que las fuerzas rusas aún no han logrado avances significativos. A pesar de las fuertes pérdidas en ambos bandos, Ucrania sigue manteniendo el control de partes clave del territorio en Kursk.
El conflicto en Kursk ha tenido un impacto humanitario considerable, con más de 133.000 desplazados y cientos de heridos desde que comenzaron los enfrentamientos. Además, la contraofensiva rusa coincide con avances militares en otras áreas, como Donetsk, donde las fuerzas rusas han conquistado varias localidades en las últimas semanas.
