Por: Alonso Ronald Ortiz García / @RonaldOrtizG
Es
domingo…
Seguir
durmiendo o salir de paseo no son opciones: Es probable que usted haya decidido
salir a votar.
Conoce
las razones: hay que legitimar a las instituciones, volverse partícipe de los
destinos de la comunidad, del Estado y del país porque todos, absolutamente
todos, queremos un mejor futuro.
Es
posible que acudamos a las urnas con la convicción de que la democracia es
defectuosa y perfectible, pero aún así es el mejor método que conocemos para
hacernos y deshacernos de autoridades. Sigue siendo la mejor manera de expresar
el contrato social.
Antes
vivíamos en una democracia figurada pero hoy, en México, votar significa no
sólo poner al gobernante que nos gusta; el voto no es sólo un acto político, es
una decisión sobre la economía, la salud, la educación y el desarrollo social.
La
división es sólo un momento y es indispensable para contrastar ideas, proyectos
y rumbos. La política sirve para eso: se discute para hacer habitable el
conflicto social, para no recurrir a la guerra.
Después
de este ejercicio tenemos que esperar los resultados, confiar en el árbitro y
mirar hacia adelante. Este domingo por la noche usted conoce las tendencias que
marcan claramente un resultado.
Es
lunes…
Se
despierta preocupado por el partido de Brasil pero también por el destino de la
nación. Piensa que es necesario un llamado a la cordura, necesitamos
tranquilizar los ánimos, calmar el fuego y seguir forjando destino.
Carlos
March, periodista y analista político argentino, dice que en su país se vive en
una grieta: la imposibilidad para construir una discusión pública desde una
perspectiva pluralista porque la polarización política divide artificialmente.
Esto le suena muy familiar.
Piensa
que en México corremos el riesgo de que esa grieta se convierta en un pozo sin
fondo. A partir del lunes, todos tenemos que meter en la agenda pública
esfuerzos concretos para tapar la grieta.
Debemos
empezar por aceptar los resultados para después aceptar las diferencias
ideológicas, respetarlas y aprender a discutir desde la pluralidad.
Sabe
que usted puede ayudar a esto con pequeños pasos. El lunes abrace a su amigo
“que le iba al candidato distinto”, dele un beso a su familiar
“que voto por el otro”, dele like a una publicación de “quien
más le fregó en redes sociales” y piense de nuevo en México y en que todo
representa una oportunidad de construir.
A
partir del lunes no suelte estás preguntas: ¿qué puedo hacer para mejorar
México?, ¿Cómo puedo mejorar la calidad del debate público?¿Qué puedo hacer
desde mi entorno para fomentar una educación cívica plural?
Si
usted se esfuerza y yo también en poco tiempo tendremos un México mejor.
