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Cuando lo que crees que es tu ADN, actúa como un lastre

Raul Monforte González
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Construyendo, por: Raúl Asís Monforte González. 

Ricardo tuvo la suerte de que sus padres fueron capaces, con mucho esfuerzo, de sostener los gastos necesarios
para que curse una carrera profesional en una de las mejores universidades de México. Algún tiempo después de
titularse, se empleó en una empresa muy exitosa en su giro, gozaba de un sueldo razonablemente digno y ocupaba
un puesto de trabajo que muchos envidiaban. Pero un día descubrió, según él, que algunas de las actividades que
realizaba no estaban tan estrictamente relacionadas con la carrera profesional que había estudiado, y además sentía
que su jefe tenía muy mal humor la mayor parte del tiempo y no estaba dispuesto a aguantarlo, así que renunció. 

Muchos años tuvieron que pasar para que Ricardo encontrara de nuevo un empleo y la principal dificultad consistía
en encontrar, según sus propios criterios y condiciones, uno que estuviera acorde con el ADN de su instrucción
profesional, no le faltaban ofertas pero quizá le sobraba un poco de arrogancia. Próximo a contraer matrimonio, no
le quedó mas remedio que aceptar una posición en una institución pública que hasta hoy conserva y por la cual ha
tenido que pagar un muy alto precio en el aspecto personal y familiar. 

A diferencia de Ricardo, la historia de Francisco no es muy diferente en el principio, pero sí diametralmente opuesta
en el desenlace. La clave estuvo en que Francisco no se aferró para siempre al supuesto ADN que había adquirido
en la universidad, después de perder su empleo, se matriculó en una serie de cursos para aprender un oficio y
empezó a ejercerlo con dedicación y esmero hasta convertirse en un experto, hoy continúa en esa actividad, que
le llena de satisfacciones personales y además le brinda el ingreso suficiente para llevar junto con su familia, una
vida desahogada. 

La empresa de Paco y Pepe, inició como una empresa constructora de obras públicas, un sector plagado de riesgos,
obstáculos e incertidumbre. Con el paso del tiempo, Paco y Pepe encontraron en la construcción de desarrollos
habitacionales, un sector que trajo mayor estabilidad, certidumbre y rentabilidad, aunque continuaron haciendo
un poquito de obra pública, “para hacer honor a su ADN”, según ellos mismos solían decir. 

Poco después, los accionistas establecieron el gobierno corporativo en la empresa y se hicieron a un lado para dejar
paso a un director general que se hiciera cargo de cumplir la misión de la compañía, a quien dieron la instrucción
de proponerse el objetivo que un 90 porciento de los ingresos anuales provengan de proyectos de vivienda, pero
mantener un 10 porciento proveniente de la ejecución de obras públicas. 

Esto causó tal extrañeza en el director general, que lo motivó a preguntar a los accionistas la razón por la cual le
estaban exigiendo que mantuviera vigente la atención a un objetivo de ventas que significaba un 10 porciento del
total, pero que le ocasionaba el 90 porciento de los problemas, y con una rentabilidad de menos de la mitad que
el rubro de vivienda. La respuesta fue contundente: ¡Es que es nuestro ADN! 

Raúl Asís Monforte González
© Copyright 2022. Raúl Asís Monforte González. Todos los derechos reservados.
Mérida, Yucatán a 02 de abril de 2022
E-mail: raul@mienergiamx.com
Facebook: Raúl Asís Monforte González. Twitter: @raulmonforteg

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