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¡Cuántos asesinatos en México! Papa Francisco

Luis Repper Jaramillo
Luis Repper Jaramillo
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Por: Luis Repper Jaramillo.*

lrepperjaramillo@yahoo.com

¡Cuántos asesinatos en México! Papa Francisco
La colusión T4a/Narcos se conoce en el Vaticano

Andrés Manuel
llegaste al límite de la tolerancia social. Tus protegidos, a quienes “cuidas” porque también son humanos,
rebasaron –desde hace 3 años 7 meses- la línea de la paciencia. Lo perverso del
lunes 20 de junio en Cerocahuí, municipio de Urique, en plena sierra Tarahumara,
Chihuahua, no tiene madre.

Todo es tu
responsabilidad, tu culpa. Desde que hace 44 meses diste luz verde a la
delincuencia organizada (carteles, bandas, sicarios, gavilleros, violadores,
pederastas, asesinos, etc.) para hacer lo que les plazca. Entregaste la plaza (México), Andrés, a los Carteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Santa Rosa
de Lima, Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Del Golfo, Los Rojos, y decenas
de grupúsculos más, cuando prometiste en campaña “amnistía: perdón y olvido”, “abrazos, no balazos”, “los
delincuentes también son humanos y merecen nuestro respeto”. “Cuidamos también
a las bandas porque son seres humanos… ya no es como antes”, “si se portan mal,
acúsenlos con sus abuelitos”.

Liberaste ilegal,
corrupta y descaradamente a Ovidio Guzmán López, porque así lo exigió su padre,
El Chapo Guzmán. Intimidas, sucumbes, te arrastras ante la líder moral del Cartel
de Sinaloa, Consuelo Loera. La has visitado en Badiraguato, Sin. en más de 11
ocasiones (fuera de agenda, de protocolo, con recursos económicos, materiales y
humanos públicos), para reportarte personalmente y cumplir con el “Señor
Joaquín Guzmán”. (así lo llamas).

Como en el pasado
(sexenios del PAN y PRI) que tanto criticas, denostas, te comparas (no somos
iguales), la sociedad sigue poniendo los
muertos
, el crimen organizado y tu mal gobierno (T4a), omisión, complicidad,
indiferencia, incapacidad. Tus socios, las balas, masacres, asesinatos, secuestros
y libertinaje. Tus ojos ciegos.

Te resistes a reconocerlo
(primer síntoma de mea culpa). Las cifras no mienten. Con guarismos del INEGI y
del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública -tus
instituciones, escogiste a sus titulares-, la realidad rebasa tus ideales y
fanfarronadas de que en seguridad “vamos requetebién”, han descendido el número de homicidios dolosos”, presumen tú y la
inepta Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de la Transformación de
4ª, Rosa Icela Rodríguez. Sin embargo, los asesinatos, masacres, atentados, en
día sí, y otros también, engrosan el índice de muertos, heridos y
desaparecidos, y ustedes en la
contemplación
.

¡Vaya cinismo, desvergüenza, corrupción, impunidad! del Gabinete de Seguridad, que cada
mañana, alharaquea, se reúnen para detener (simulación) a las bandas delictivas
organizadas. Sólo pierden el tiempo y la oportunidad de perseguir maleantes.

Tus instituciones,
López, hacen público cada mes el escenario real de los atentados. El más
reciente revela 124 mil homicidios
dolosos
(de manos del crimen organizado, tus “cuidados”) En sólo 3 años 7 meses de tu fallido gobierno,
superas por mucho a tus odiados enemigos. Para restregártelo en la jeta, te
digo (INEGI, SESNSP), Calderón Hinojosa, en todo su sexenio acumuló 120 mil 463
asesinatos; Peña Nieto, en su administración 150 mil; López Obrador, en sólo 3
años 7 meses, más de 124 mil… y
contando, pues aún le restan 2 años 4 meses y al ritmo que lleva, alcanzará 209 mil muertes violentas. Seguro Rosa
Icela Rodríguez sumará a principio de julio las masacres que, durante el sexto
mes del año, aun no se cargan a la espalda de Andrés Manuel.

Recuerden, las
cifras que el gobierno federal hace públicas en el rubro que nos ocupa, son
ideales, no reales, hay que agregarle +55
o 60%

Ahora vayamos al
punto nodal de la entrega.

El lunes 20 de
junio, la delincuencia organizada, esa que el inquilino de Palacio Nacional cuida porque también son humanosrompió todo código de respeto que
durante las décadas de los 70, 80 y 90’s el crimen organizado mantenía como
“ética”: no agredir (matar) a niños, mujeres, ancianos, sacerdotes,
incapacitados físicos. Si bien, han pasado 3 décadas de esa “moralina” letal,
los delincuentes de hoy, no sólo asesinan a diestra y siniestra, violan a sus
víctimas mujeres, agreden familias completas, incendian sus casas, secuestran
para saciar sus instintos más bajos como hombres contra niñas, adolescente,
jóvenes, maduras, ancianas.

En el Siglo XXI
las organizaciones violentas nada respetan: roban, plagian, violan, retan,
bloquean carreteras para cobrar “derecho de piso y/o tránsito” y más
calamidades.

El sexenio que
padecemos, a partir de diciembre de 2018, rebasó todo lo político, moral, ético,
humano, digno, etc. al instaurar López Obrador el Narco Estado y narco
elecciones, al autorizar libre operación a sicarios, bandas, gatilleros,
asesinos, pederastas, violadores, rateros comunes, narco legisladores, mapaches. Familiares (hijos del Peje) asociados
con delincuentes para comprar empresas, negocios, infiltrase en corporativos
nacionales (Pemex) e internacionales.

Decía que el 20 de
junio, sicarios (del Cartel de Sinaloa) persiguieron a un sujeto que
desesperado, apanicado, agotado vio en la iglesia de la Comunidad de Cerocahuí,
municipio de Urique, Sierra Tarahumara, en Chihuahua, el refugio para salvar su
vida. Casi a punto del infarto, entró al templo, encontró dos sacerdotes
jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, que ofician ahí. Sintió que las cuatro
paredes del recinto religioso serían suficientes para inhibir a los asesinos y
desistir de su acción. ¡Creyó,
“salvé mi vida”!

Los curas, seguros
que los gatilleros respetaría el templo, las imágenes, su presencia, detendría
su misión. Craso error, sin decir una sola palabra los asesinos rafaguearon a
los tres, cayendo muertos al instante.

Lo sicarios, con
toda calma, sangre fría, parsimonia se dieron el lujo de juntar los tres
cadáveres, arrastrarlos hasta la zaga de un vehículo, subirlos, secuestrarlos y
huir del lugar. El Cartel de Sinaloa quitó la vida a dos inocentes –sin remordimiento-,
bajo la consigna de la mafia “no dejar cabos sueltos”.

Esta triste y
maldita escena se repite un día sí y otro también en cada rincón del 45 por
ciento del territorio nacional, controlado –con permiso- por los carteles.

De inmediato la
reacción de los sectores dignos, decentes, honestos de la sociedad, menos el
político y gubernamental -que aprovecharon la masacre, para” llevar agua a su
molino”-  politizaron el asesinato. La sociedad
protestó, condenó el hecho.

La Compañía de
Jesús, de la que fueron fieles Javier Campos y Joaquín Mora (ambos adultos
mayores), rogó a los asesinos devolver los restos de sus miembros demandamos de forma inmediata que se
adopten las medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros
hermanos jesuitas, religiosos, laicos y de toda la comunidad Cerocahuí

Los religiosos
acusan a los gobiernos municipal, estatal, federal, a las autoridades
judiciales y policiacas del país, que en
la Sierra Tarahumara reina la violencia, por lo que esto no es un hecho
aislado, pues todos los días hombres y mujeres son privadas de su vida. Esta inseguridad
y violencia es ignorada por las
autoridades
cuyo sufrimiento NO suscita empatía y atención pública.

La gobernadora de
Chihuahua, la panista Maru Campos Galván, echó verbo, choro, bla, bla, bla, con
el clásico “se llegará hasta las últimas consecuencias y se dará con los
responsables” Un spech protocolario, cantaleta y mentiroso.

Desde luego, el
Papa Francisco, de la orden jesuita, con mucha diplomacia, contundencia,
agresividad, enfadado, acusador (¿contra quién cree? Atinó, versus Andrés
Manuel López Obrador) escribió en sus redes sociales: expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México, de
dos religiosos jesuitas y de un laico. ¡Cuántos
asesinatos en México!
La violencia no resuelve los problemas, sino sólo
aumenta los sufrimientos innecesarios

¡Vaya frase!, ¡cuántos
asesinatos en México! No fue casual, sino reclamo, señalamiento, crítica,
acusación, por incompetencia, incapacidad, omisión, complicidad, colusión del
ejecutivo mexicano (AMLO) con quienes asesinan, matan, torturan a inocentes o
no. Nunca son detenidos, menos capturadas las organizaciones delictivas. No hay
que ser estridente para exhibir la corrupción en México, basta la frase
lapidaria del Sumo Pontífice ¡Cuántos
asesinatos en México!

El torpe Peje, no
acusó de recibido, porque está perdido, ausente, alienado

*Colaborador de
los Grupos Editoriales Digitales
elinfluyente.mx,
endirecto.mx, lagacetametropolitana.com.mx, algrano.mx,
entresemana.mx, metropolihoy.com

Luis Repper Jaramillo
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