En un trágico suceso ocurrido en la frontera entre México y Estados Unidos, cuatro migrantes colombianos murieron y otros cuatro resultaron heridos durante un ataque armado en el estado de Zacatecas, México. Las víctimas, que se dirigían hacia la frontera con la esperanza de cruzar hacia Estados Unidos, fueron interceptadas por presuntos traficantes, quienes exigieron detener el vehículo en el que se trasladaban. Al resistirse, los migrantes fueron agredidos brutalmente, dejando el saldo fatal registrado por las autoridades locales.
Una de las sobrevivientes logró escapar y, junto a dos menores de edad, buscó ayuda en una estación de seguridad regional. La Fiscalía General de Zacatecas informó que el posible móvil del crimen fue el robo de la camioneta en que viajaban los migrantes. Esta región ha registrado múltiples incidentes de violencia relacionados con el narcotráfico y el tráfico de personas, siendo un territorio en disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, que buscan controlar las rutas hacia la frontera norte.
Las condiciones de inseguridad en esta ruta son cada vez más alarmantes. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, esta zona es una de las más peligrosas para migrantes en todo el mundo. La violencia en la región responde, en gran parte, al lucrativo negocio del tráfico de personas, una actividad que genera millones de dólares anuales para los cárteles criminales.
Las autoridades mexicanas y colombianas han condenado el ataque y advirtieron que seguirán los esfuerzos para combatir las redes de tráfico de personas que operan en la región, aunque la inseguridad sigue siendo un obstáculo para garantizar la seguridad de miles de migrantes que buscan mejores oportunidades en Estados Unidos.